SENTENCIA DE IMPACTO

Breivik gana una batalla al Estado noruego

La justicia condena el "trato denigrante" en prisión al asesino ultraderechista

EL PERIÓDICO

Un tribunal de Oslo condenó ayer al Estado noruego por vulnerar los derechos humanos del ultraderechista Anders Behring Breivik al mantenerle aislado en prisión tras ser sentenciado por ser el autor de los atentados del 2011 en los que murieron 77 personas, la mayoría jóvenes en un campamento, en la peor matanza sufrida en Noruega desde la segunda guerra mundial.

La sentencia, que ha sorprendido a gran parte de la sociedad noruega, considera que el régimen de aislamiento al que está sometido Breivik desde hace casi cinco años viola el artículo 3 de la Convención Europea de Derechos Humanos, que prohíbe la tortura y el trato inhumano o degradante. "Esta prohibición representa un valor fundamental en una sociedad democrática. Se aplica en todos los casos, también a los terroristas y asesinos", indica la jueza Helen Andenaes Sekulic en su resolución.

El veredicto remarca que Breivik permanece confinado entre 22 y 23 horas al día en su celda de aislamiento. "Es un mundo completamente cerrado con muy poco contacto humano", afirma la jueza, que añade que no ha habido ningún intento de aligerar las restricciones de seguridad "pese a que Breivik se ha comportado de manera ejemplar en prisión".

MEDIDA "EXAGERADA" La sentencia recuerda que todas las visitas a Breivik, excepto las de su madre --que murió en el 2013--, han sido de profesionales, y a través de una pared de cristal. Esa pared debe ser vista como una "medida de seguridad totalmente exagerada", indica. Tampoco los rutinarios cacheos desnudo a los que fue sometido durante meses y los controles sin aviso previo se justifican por motivos de seguridad, afirma el tribunal, que concluye que tomando las restricciones de forma conjunta "deben ser consideradas un trato denigrante".

En marzo, la situación penitenciaria de Breivik causó consternación y algunas burlas entre los noruegos ante las quejas del convicto de que el café frío y las comidas calentadas en el microondas eran "peores que los simulacros de ahogamiento". Su abogado, Oeystein Storrvik, declaró que las autoridades deben levantar ahora el aislamiento de su cliente. "Ante todo, se le debe permitir estar en contacto con otras personas", afirmó Storrvik, quien declinó explicar la reacción de Breivik tras el veredicto.

Anders Breivik fue condenado a 21 años prorrogables de forma indefinida. El 22 de julio del 2011 hizo estallar en el complejo gubernamental de Oslo una bomba que mató a ocho personas, y luego fue en coche a la isla de Utoya, al oeste de la capital, donde perpetró una matanza en el campamento de las Juventudes Laboristas en la que murieron otras 69 personas.

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