CRISIS EN EL GIGANTE SUDAMERICANO

Una grabación destapa la conspiración en Brasil

El documento muestra la gestación del 'impeachment' contra Rousseff. Dimite el ministro que en el audio promete parar el 'caso Petrobras'

EDU SOTOS

La credibilidad del nuevo Gobierno de Brasil ha durado 75 minutos. Exactamente el metraje que tiene una grabación --que el lunes por la noche filtró el diario Folha de Sao Paulo-- en la que el ministro de Planificación, Romero Jucá, lo contaba todo. Y aunque ayer fue suspendido del cargo, eso no calmó los ánimos de los brasileños ni los reproches contra el presidente interino, Michel Temer.

Sin saber que estaba siendo grabado, Jucá, mano derecha de Temer, explicaba a Sérgio Machado, expresidente de la petrolera Petrobras Transporte S.A. (Transpetro), cómo pensaba utilizar su cargo en el nuevo Gobierno para bloquear las investigaciones sobre el escándalo en Petrobras. "Tenemos que resolver esa mierda. Hay que cambiar el Gobierno para estancar la sangría", resumía el por entonces senador del Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB) en esta grabación, que está en manos de la Fiscalía General de la República desde marzo.

Investigado por la Policía Federal, el senador Jucá sabía que solo la caída de la presidenta Dilma Rousseff podría detener las investigaciones en su contra: "Tiene que haber impeachment, no tenemos otra salida".

La conspiración ha salido a la luz: las frases de Jucá desvelan las maniobras de su partido para llegar al poder y tapar el mayor escándalo de corrupción de la historia de Brasil. Su supervivencia política estaba en juego ya que la mitad de su partido, casi todos sus aliados en el Congreso y él mismo estaban siendo investigados. De hecho, apenas unas semanas después de esa charla, la Corte Suprema del país acabó con el mandato del presidente de la Cámara de los Diputados, Eduardo Cunha, su compañero de filas en el PMDB e impulsor del impeachment contra Rousseff.

"Conversé con algunos jueces del Supremo. Dicen que solo habrá condiciones si ella Rousseff sale. Mientras ella esté ahí, la prensa, que quiere tirarla, no va a parar nunca ¿Entendiste? Hablé con los generales, comandantes militares. Todo está tranquilo, dicen que nos van a garantizar la tranquilidad", dice en el audio Jucá, que por aquel entonces se preparaba para recibir la presidencia nacional del PMDB de manos del vicepresidente Temer, hoy presidente interino de la república. Un síntoma bastante evidente de que todo salió según lo acordado entre Jucá, Temer y Cunha, los "líderes de la conspiración", según Rousseff, apartada de la presidencia durante 180 días desde el pasado 12 de mayo.

"La prensa brasileña debería reconsiderar su posición y comenzar a hablar de golpe en Brasil", apuntó ayer Glenn Greenwald, ganador del Premio Pulitzer, en un artículo del diario The Intercept. Afincado desde hace años en Río de Janeiro, el periodista, que en el 2013 denunció junto a Edward Snowden el espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad de EEUU, no tiene dudas al respecto. "El propósito principal del impeachment de Dilma no era acabar con la corrupción o castigar a los corruptos, sino justamente lo contrario: proteger a los verdaderos corruptos dándoles poder con la salida de Dilma y, después, permitir que acabasen con las investigaciones de la operación Lava Jato la del caso Petrobras", sentenció.

En apenas 10 días de Gobierno interino, la credibilidad de Temer parece agotada. Sin hacer declaraciones a la prensa y aislado en el palacio de Planalto, el presidente emitió ayer un comunicado que ratificaba la suspensión de su ministro hasta que la justicia se pronuncie.

Tracking Pixel Contents