La City, la ciudad desde la que se mueven buena parte de las las finanzas del mundo, bulle de actividad como todos los lunes, cuando, tras el respiro del fin de semana, las 350.000 personas de todas las nacionalidades que allí trabajan vuelven a tomar de nuevo al asalto sus calles e imponentes rascacielos para vender y comprar valores, para blindar contratos, para asegurar miles de vidas y para arruinar otras tantas. Pero este, sin embargo no es un lunes más en la City. La Square mile, la milla más poderosa desde la que se realizan a diario transacciones financieras diarias por dos billones de dólares, se prepara para vivir esta semana sus horas más volátiles, a la espera de conocer en la madrugada del viernes el resultado del referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la UE. Su futuro como primera plaza financiera del mundo junto con Nueva York, muy por delante de cualquier otra capital, se juega en parte en esta consulta.

Y la City tiembla como tiembla la libra esterlina estos días, que ha abierto la semana con un repunte del 2% al calor de las nuevas encuestas que predicen una recuperación de los partidarios de seguir en la UE. Pero nada está hecho y la ciudad londinsense de los negocios se prepara para vivir el 23 de junio su noche más larga, una noche de vigilia, cáterings, teléfonos y mangas de camisa en esa ciudad con sus propias leyes, sus propias reglas y sus propias autoridades.

«Hay mucho nerviosismo, es imposible predecir que pasará», cuenta Enrique Nespereira, español residente desde 1976 en el Reino Unido, donde ha trabajado en banca comercial y privada. Pero entre los altos ejecutivos de la City que a mediodía departen en pequeños grupos mientras degustan una cómida rápida en el lujoso centro comercial Royal Exchange (la antigua bolsa de comercio), se impone la ley del silencio, al menos de puertas para fuera.

Nadie osa hablar del referéndum con una periodista extranjera. «Lo siento mucho, no puedo comentar este tema, tenemos una estricta política en mi compañía sobre esta cuestión», es lo máximo que acierta a decir Henry K., empleado de la sociedad suiza de servicios financieros USB. «Este es de lejos el mayor riesgo que afronta el Reino Unido en décadas, peor que la caída de Lehman Brothers», se limita a señalar un ejecutivo junto al Banco de Inglaterra.

Sí son muchos los expertos en cambio que detallan los riegos que corre la City en caso de que gane el Brexit en el referéndum. «Posiblemente sí haya un impacto y las compañías extranjeras no tomen tan fácilmente la decisión de instalarse en Londres, lo que hará que disminuya su peso como centro financiero», dice Susi Denisson, experta en Londres del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, con sede en varias capitales europeas.

París y FráncFort / Paul de Grauwe, experto de la London School of Economics (LSE), también comparte esta visión sobre el impacto negativo de una salida de la Unión Europea. «No es un secreto que ciertos países europeos tratarán de usar el Brexit para relevar a Londres como centro financiero por Fráncfort y París». «Se quiere cortar la inmigración y la inmigración está muy relacionada con el éxito de Londres como centro financiero. Cientos de miles de franceses han venido aquí porque Londres tenía algo que ofrecerles y ellos a Londres», remacha.

El riesgo para la City procede del hecho de que bajo el sistema actual, cualquier empresa extranjera implantada en el Reino Unido puede operar por todo el territorio de la Unión mediante la aplicación de un «pasaporte» europeo otorgado por los reguladores. Ese «pasaporte» que da acceso a un mercado de 500 millones de clientes europeos ha sido un factor clave para que grupos como el esatadounisense JPMorgan o el suizo Credit Suisse hayan escogido Londres como base de sus operaciones en Europa.

Lloyds, Barclays y Citigroup han apostado claramente por la permanencia. Y HSBC, el primer grupo bancario británico y europeo, ha anunciado que se dispone a mover a 1.000 de sus 5.000 empleados de banca de inversión a París si el Reino Unido rompe con Europa. JPMorgan ha dicho a su vez que un Brexit le obligaría a desplazar a parte de su plantilla a otros países.

Con estas advertencias en la mano, la Corporacion de de la City, el consistorio que gobierna de forma autónoma la ciudad de los negocios, ha dicho que Londres podría ver recortados a la mitad el volumen de sus servicios financieros en caso de ruptura con la UE. «Sencillamente, tenemos más que perder que otros sectores de la economía», advirtió el presidente de la Corporacion, Mark Boleat.

Y es así como la ciudad más poderosa del mundo, junto con sus tiburones de traje sastre azul marino, camisa blanca y sin corbata, contiene el aliento. H