La visita de Nicola Sturgeon, la ministra principal de Escocia, a Bruselas el mismo día en que los 27 líderes de la UE empezaban a hablar sobre su futuro sin Reino Unido, es todo un símbolo de sus intenciones y una muestra clara de que el gobierno escocés está dispuesto a apostar fuerte por seguir en el club pese al revés del brexit. «No he venido a presionar a nadie ni a arrancar compromisos. Estoy aquí para asegurarme de que la voz de Escocia es escuchada y su postura entendida», advertía la líder del Partido Nacionalista Escocés.

Sturgeon comenzaba la jornada con un desayuno de trabajo en la Eurocámara, con su presidente, Martin Schulz. A este encuentro le seguían reuniones con prácticamente todos los líderes de los grupos políticos de la cámara para terminar el día en la sede de la Comisión Europea para encontrarse con su presidente, Jean-Claude Juncker.

A todos ellos les transmitió que Escocia ha votado por seguir siendo parte de la Unión Europea -el 62% votó en el referéndum del 23 de junio por seguir— y que su responsabilidad como ministra presidente es dar respuesta a ese deseo. «Estamos en terreno desconocido y nada de esto es fácil. Mi tarea es dar claridad y hablar en nombre de toda Escocia», explicó ante la prensa.

ENCONTRAR LA VÍA / De momento, no aclara cuáles son sus opciones teniendo en cuenta la cautela con la que han respondido los dirigentes europeos. «Es pronto. No hace ni una semana del resultado del referéndum. Reino Unido no ha empezado el procedimiento formal para abandonar la UE y no sabemos cuando lo hará», respondía garantizando que cuando arranquen las negociaciones se asegurará de que la voz de Escocia sea escuchada.

«Si hay una vía para que Escocia se quede estoy empeñada en encontrarla», prometió. H