Disidentes cubanos afirmaron este sábado que la muerte del expresidente Fidel Castro no implica ningún cambio político en Cuba, ya que este llevaba retirado del poder 10 años, aunque sí temen un aumento de la represión durante los nueve días de luto nacional. "Aquí no cambia nada. La única buena noticia es que tenemos un dictador menos, pero aún nos queda otro porque Raúl es un dictador igual que Fidel", dijo en declaraciones a Efe la líder del grupo Damas de Blanco, Berta Soler.

Las Damas de Blanco es la organización creada por las madres, esposas e hijas del "Grupo de los 75", disidentes condenados a largas penas de cárcel durante la ola represiva conocida como la "Primavera Negra" del 2003."En Cuba nadie quiere a la dinastía de los Castro, que son unos mafiosos. Si queremos una transición democrática en la isla, tiene que ser sin esa familia en el poder", subrayó.

Convocatoria de marchas

Durante los nueve días de luto nacional, las Damas de Blanco piensa convocar marchas para pedir el respeto de los derechos humanos y la liberación de los presos políticos. Por ello, Soler teme actos represivos. Coincide en esa impresión el expreso político José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba, quien augura para las próximas semanas "más control y represión contra la disidencia y cualquier sector de la población que represente un peligro para la dictadura".

Para Ferrer, la muerte de Fidel Castro "poco significa porque la población se había acostumbrado a que no apareciera en los medios de comunicación ni en la vida pública", "Anoche cuando se anunció su muerte, todo el mundo dormía. Y hoy se levantaron para seguir luchando por su subsistencia", aseveró Ferrer.