Un grupo armado impide que las barcas con inmigrantes se hagan a la mar desde el puerto de Sabratha, 70 kilómetros al oeste de Trípoli (la capital de Libia), y se adentren en el Mediterráneo con ánimo de alcanzar territorio europeo, informó ayer la agencia Reuters.

Ello motivó el mes pasado un súbito descenso del número de inmigrantes que alcanzaban Italia, pese a que el verano es la época en que suelen llegar más debido a las condiciones favorables para la navegación.

El puerto de Sabratha es uno de los principales lugares donde operan los traficantes que llevan inmigrantes a Italia desde Libia, ruta principal de la inmigración que centra la preocupación de los países europeos tras el cierre de la ruta del Egeo.

Fuentes consultadas en Sabratha señalaron a Reuters que el grupo, formado por centenares de civiles, policías y militares, impide la salida de los inmigrantes, a menudo encerrándolos. «El grupo trabaja en tierra, en la playa, para prevenir la salida de las barcas», declaró un activista de la sociedad civil a condición de mantener el anonimato. Otra fuente aseguró que el grupo fue formado por un «antiguo jefe de las mafias» y «es muy activo».

ACTUAR COMO POLICÍA / Otro testimonio subrayó que el grupo hace «un gran esfuerzo» para actuar como policía en la zona y gestiona un centro de detención donde se encierra a los inmigrantes. El grupo busca legitimidad y apoyo financiero de Trípoli, ya que los países europeos han intentado llegar a acuerdos con el Gobierno para que frene el flujo de inmigrantes. El Ministerio del Interior libio se ha negado a responder a ninguna pregunta al respecto.

Unos 600.000 inmigrantes han llegado a Italia por mar desde el norte de África desde el 2014. Más de 12.000 han perecido en el intento.