La Cancillería venezolana ha rechazado las declaraciones del presidente de Francia, Emmanuel Macron, sobre el Gobierno de Nicolás Maduro por ser una "clara injerencia" en sus asuntos internos y ha asegurado que sus palabras constituyen un "agravio" para su pueblo y su "Gobierno democráticamente electo". El martes, Macron calificó de "dictadura" el régimen de Maduro.

Un comunicado difundido por el canciller, Jorge Arreaza, en la red social Twitter dice que el Ejecutivo de Nicolás Maduro "expresa su firme rechazo a las lamentables declaraciones" de Macron, emitidas ayer en París.

Según el texto, las palabras de Macron "constituyen un agravio al pueblo y al Gobierno democráticamente electo de Venezuela, así como a sus instituciones", por lo que ha pedido respeto a su "democracia", que asegura, está "construida sobre la base de los principios republicanos universales y sostenida por la soberanía popular".

Para el Gobierno venezolano, las declaraciones del presidente francés "atentan contra la institucionalidad venezolana y parecieran estar arrastradas por la permanente obsesión imperial de atacar" a su pueblo.

"Nuestros conciudadanos no entienden cómo algunos han podido ser tan complacientes con el régimen que se está instaurando en Venezuela. Una dictadura que intenta mantenerse en pie a un precio humanitario sin precedentes", denunció Macron.

En ese sentido, el Ministerio de Exteriores venezolano exhortó al Gobierno francés a retomar "la posición sensata de apoyar el proceso de diálogo nacional, sin intromisión en los asuntos internos".