Los países europeos y latinoamericanos que forman el Grupo Internacional de Contacto para Venezuela le pidieron a Nicolás Maduro y a la oposición que lidera el diputado Juan Guaidó retomar las negociaciones truncas. El tiempo juega en contra y la situación del país, advirtieron, "no permite más retrasos". La reunión se llevó a cabo en el marco de la Asamblea General de la ONU. El mensaje no se demoró en surtir su efecto en Caracas y en la misma región.

El Grupo de Contacto que impulsan la UE y México y Uruguay insistió en que la única solución a la crisis pasa por la vía pacífica y por realización de unas elecciones presidenciales "representativas", "creíbles y transparentes". Se subrayó en ese sentido que la mesa de diálogo que impulsa actualmente el madurismo junto a un sector minoritario de la oposición "no ofrece las garantías necesarias para un proceso participativo e inclusivo". Las negociaciones futuras deben ofrecer en cambio "una perspectiva real para el retorno de la democracia y el Estado de derecho a Venezuela".

En ese sentido se remarcó que la Asamblea Nacional (AN, Congreso) "tiene que ser un actor central en este proceso. Como parte del entendimiento entre el Palacio de Miraflores y el pequeño sector de la oposición, el oficialismo volverá a ocupar sus asientos en la legislatura que encabeza Guaidó, a quien Estados Unidos y otros 54 Gobiernos reconocieron como "presidente encargado" de Venezuela.

MAS SANCIONES REGIONALES

En tanto, los países integrantes latinoamericanos del Grupo de Lima y Estados Unidos se comprometieron este lunes a adoptar nuevas sanciones contra Maduro el Gobierno venezolano de Nicolás Maduro y condenaron sus "crecientes vínculos" con "grupos armados" colombianos. En respuesta, el fiscal general venezolano Tarek William Saab ordenó la detención de cuatro miembros de la Gobernación del estado venezolano de Táchira, en manos opositoras, por haber ayudado a Guaidó a atravesar la frontera colombiana el pasado 22 febrero. El diputado también contó entonces con la colaboración del grupo paramilitar del vecino país, Los Rastrojos.

Los aliados regionales de Donald Trump sesionaron en paralelo a la Asamblea General de la ONU y se mostraron a favor de redoblar las "medidas económicas y políticas" contra Maduro, pero "sin el uso de la fuerza". El objetivo final es restablecer con el fin del orden constitucional y democrático en Venezuela. "Necesitamos más presión, más sanciones y ustedes verán más sanciones por parte de Estados Unidos, dijo Elliott Abrams, el halcón republicano que por mandato de Trump está al frente de la política que busca remover al madurismo.

VIAJE A RUSIA

En ese contexto, el presidente preparaba su viaje a Moscú para reunirse con su homólogo ruso Vladimir Putin y grupos empresariales. "La visita busca revisar toda la dinámica de nuestra relación bilateral, todo el mapa de cooperación Rusia Venezuela, y a buscar nuevos caminos que dinamicen la cooperación en todos los planos de la economía, de los social, de lo cultural", explicó Maduro antes de subirse al avión. La Federación Rusa es un aliado político, militar y económico vital del Gobierno.

ACUERDO CON BACHELET

Por su parte, la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) y el Gobierno firmaron un acuerdo para establecer mecanismos de entendimiento y cooperación, el cual incluye la presencia continua en el país de un equipo de dos oficiales del organismo que encabeza Michelle Bachelet. En virtud de este acuerdo, podrían tener acceso a centros de detención y libertad de movimiento a lo largo del país para evaluar la situación de los derechos humanos en Venezuela. Bachelet había emitido un informe lapidario en el que se denuncian ejecuciones extrajudiciales, torturas y otras calamidades. Pero el pasado fin de semana hizo una distinción política que facilitó este paso dado por el Palacio de Miraflores. Dijo que Guaidó es el líder de la Asamblea Nacional y Maduro el presidente electo.