Túnez declaró la tercera fase de la lucha contra el coronavirus y prohibió las reuniones de más de tres personas en la vía pública para evitar la propagación de la epidemia, que ha provocado la muerte de tres personas y contagiado a otras 75.

Este domingo entró en vigor el cierre total y confinamiento en el país "salvo por causa de fuerza mayor", mientras que se mantiene al mismo tiempo un toque de queda entre las 18.00 hora local (17.00 GMT) y las 06.00 de la mañana (05.00 GM).

El Observatorio Nacional de Enfermedades Nuevas y Emergentes (ONMNE), anunció la cuarentena total de la isla de Djerba (sur), con una población de 160.000 personas, tras descubrir un foco de contagio después de que varias personas contaminadas no respetaran el autoaislamiento. Hasta el momento, 7.600 personas se encuentran en cuarentena mientras 4.700 ya han terminado el periodo de aislamiento sin mostrar síntomas.

Ayudas económicas

El primer ministro tunecino, Elyes Fakhfakh, prometió llevar a cabo 10.000 análisis y anunció un paquete de medidas de 800 millones de euros para paliar las consecuencias económicas y sociales de la pandemia, que incluye aplazar el reembolso de préstamos y ayudas para trabajadores en "paro técnico" y colectivos desfavorecidos.

El Gobierno creará, asimismo, un fondo de cerca de 160 millones de euros para reforzar la reserva de medicamentos, productos alimenticios y carburante mientras que suspenderá durante dos meses los cortes de agua, electricidad y líneas telefónicas.

Medidas extremas

El pasado jueves, el mandatario prohibió los desplazamientos en el interior del territorio nacional, el cierre de las zonas industriales y la puesta en marcha de espacios destinados al confinamiento sanitario.

Días antes, el Ejecutivo lanzó una batería de medidas entre las que destacan el cierre de todas las fronteras del país, la clausura de establecimientos escolares y lugares públicos así como la suspensión de todos los eventos deportivos y culturales, además de oraciones colectivas en las mezquitas.