La guerra de Afganistán ha acabado con la vida de más de 1.200 civiles y ha dejado heridos a más de 2.100 en los primeros seis meses del 2020 a pesar del acuerdo de paz firmado por los talibanes y Estados Unidos el 29 de febrero en Doha (Qatar), según el último informe de la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en el país centroasiático (UNAMA).

La cifra de bajas civiles supone un 13% menos que el balance del mismo periodo del 2019, pero el informe deja claro que no ha habido reducción de las víctimas civiles provocadas por los talibanes y las fuerzas de seguridad afganas.

La principal razón para el descenso de las bajas civiles es la reducción de operaciones realizadas por las fuerzas militares internacionales y de los ataques de Provincia del Jorasán, la filial afgana de Estado Islámico.

"En un momento en el que el Gobierno de Afganistán y los talibanes tienen una oportunidad histórica de sumarse a la mesa de negociación para unas conversaciones de paz, la trágica realidad es que los combates continúan provocando un terrible daño a los civiles cada día", ha denunciado la representante especial de Naciones Unidas para Afganistán, Deborah Lyons.

"Emplazo a las partes a hacer una pausa y a reflexionar sobre los escalofriantes incidentes y sobre el daño que están causando a los afganos, como queda documentado en este informe, así como a adoptar una acción decisiva para detener la carnicería y sentarse a la mesa de negociación", ha subrayado Lyons, que es también la jefa de la UNAMA.

ASESINATOS Y SECUESTROS

Las fuerzas antigubernamentales siguen siendo las responsables de la mayoría de las bajas civiles. El informe de la UNAMA documenta un claro aumento de las víctimas civiles provocadas por los talibanes con artefactos explosivos improvisados activados por presión, así como por secuestros que terminan con torturas y ejecuciones sumarias.

El documento de la Misión de Asistencia de Naciones Unidas señala que el 58% de las víctimas civiles son provocadas por las fuerzas antigubernamentales y atribuye a los talibanes la responsabilidad por la muerte de 580 civiles y por las lesiones a otros 893 entre el 1 de enero y el 30 de junio.

Las bajas civiles atribuidas a las fuerzas de seguridad afganas han aumentado un 9%, principalmente por ataques aéreos y por combates terrestres. En este contexto, las bajas civiles causadas por ataques aéreos de la Fuerza Aérea afgana en el primer semestre del 2020 se han triplicado en comparación con el mismo periodo del año anterior.

MUERTE DE NIÑOS

En total, las fuerzas de seguridad afganas han sido responsables del 23% de las víctimas civiles, acabando con la vida de 281 personas y provocando heridas a 588. Las fuerzas leales al Gobierno de Kabul han sido las responsables de la mayoría de las muertes de niños registradas en la guerra.

Durante el segundo trimestre, la UNAMA no ha documentado bajas civiles provocadas por las fuerzas militares internacionales. Los combates terrestres siguen siendo la causa principal de las bajas civiles, en la mayoría de los casos (dos tercios del total) por fuego indirecto en zonas pobladas.

El uso de artefactos explosivos improvisados, ya sea en ataques suicidas o en ataques con bombas, ha sido la segunda causa de bajas civiles, seguido por los asesinatos selectivos.

LOS EFECTOS DE LA PANDEMIA

La UNAMA ha señalado que está "especialmente preocupada" por los ataques deliberados contra civiles, incluidos líderes religiosos, trabajadores sanitarios, activistas, cooperantes, periodistas y miembros del sector judicial.

El informe de la misión de Naciones Unidas indica que la guerra ha acabado con la vida de 138 mujeres y 340 niños durante el primer semestre del 2020 y alerta de que los menores son "especialmente vulnerables" ante el reclutamiento por las partes en conflicto, incluido su uso como niños soldado en plena pandemia de coronavirus.

Por último, el análisis de UNAMA advierte de que la pandemia ha reducido drásticamente la capacidad de las víctimas de la guerra para recuperarse, por lo que ha pedido a las partes enfrentadas que frenen la violencia y afronten las necesidades y derechos de las víctimas del conflicto.