Representantes de Estados Unidos y China han concluido este viernes unas primeras conversaciones en Anchorage, Alaska, que han sido "duras y directas", según la parte estadounidense, que ha considerado que ha obtenido una respuesta "defensiva" por parte de China.

El secretario de Estado, Antony Blinken, ha incidido en que tras "varias horas" hablando con las autoridades chinas, "ciertamente sabemos y sabíamos que hay varias áreas en las que estamos fundamentalmente en desacuerdo".

Entre estas áreas se encuentran "las acciones de China en Xinjiang, con respecto a Hong Kong, Tíbet, cada vez más Taiwán" o "las acciones que se toman en el ciberespacio", como ha detallado Blinken.

"Y no es de extrañar que cuando planteamos esos problemas de manera clara y directa, obtuvimos una respuesta defensiva", ha subrayado el secretario, quien, no obstante, ha señalado a que también tuvieron una "conversación muy sincera durante muchas horas sobre una agenda expansiva". Blinken ha indicado, en este sentido, que "en Irán, en Corea del Norte, en Afganistán, en el clima, nuestros intereses se cruzan".

A este respecto, ambos países acordaron en su reunión crear un grupo de trabajo sobre cambio climático, así como llevar a cabo una "cooperación mutua y beneficiosa" en sus relaciones bilaterales para "evitar malentendidos y juicios erróneos", informó hoy la televisión estatal china CCTV.

La cadena estatal, que cita declaraciones de los líderes de la delegación china en las conversaciones de Alaska, asegura que en ellas se acordó "promover el desarrollo saludable y estable de las relaciones chino-estadounidenses de acuerdo con el espíritu" de la conversación telefónica entre el presidente chino, Xi Jinping, y el de EEUU, Joe Biden, del pasado 11 de febrero.

Sin embargo, em mucho aspectos las diferencias siguen siendo múltiples. "Sobre economía, comercio y tecnología, les dijimos a nuestros homólogos que estamos revisando estos temas en estrecha consulta con el Congreso, con nuestros aliados y socios. Y seguiremos adelante, de una manera que proteja y promueva plenamente los intereses de los trabajadores y nuestras empresas", agregó Blinken.

Asimismo, el responsable del Departamento de Estado ha señalado que Estados Unidos tenía dos objetivos con las reuniones, "compartir" con las autoridades chinas "las preocupaciones importantes" sobre "una serie de acciones que China ha tomado", y "exponer muy claramente" las políticas, prioridades y visión del mundo de Estados Unidos. "Y lo hicimos", ha recalcado sobre ambos.

Blinken y Sullivan se han reunido durante dos días con el ministro de Asuntos Exteriores de China, Yang Jiechi, y el consejero de Estado, Wang Yi, en lo que ha sido la primera reunión de alto nivel celebrada por la Administración de Joe Biden y Pekín, y cuyo desarrollo ha estado marcado por los reproches y roces por ambas partes.

La primera de las citas resultó ser mucho más hostil de lo que se esperaba en un principio, remarcaron los medios estadounidense. Al finalizar esta, Blinken censuró a China por "violar las normas internacionales en su represión contra los uigures y otras minorías, los ataques cibernéticos contra Estados Unidos y la coerción económica", mientras por la otra parte, Yang se opuso "firmemente a la interferencia de Estados Unidos en los asuntos internos de China".

No obstante, ambos países acudían a la cita con miras a intentar apaciguar la tensión que ha caracterizado su relación los últimos años, aunque días antes del encuentro Estados Unidos impuso sanciones contra China por la represión sobre las libertades políticas en Hong Kong, según argumentó.