La violencia con armas de fuego, la epidemia sin solución en Estados Unidos, ha vuelto a resurgir un día más en el país y, de nuevo, en un centro de educación. Esta vez el escenario ha sido el instituto Austin-East Magnet, en Knoxville (Tennessee), donde en lo que va de año cuatro estudiantes o antiguos alumnos han muerto en incidentes separados con armas de fuego.

Este lunes la policía ha acudido al centro educativo tras recibir poco después de las 3 de la tarde la alerta de que había alguien armado. Al llegar, según un comunicado policial, los agentes han intercambiado disparos con el sospechoso, del que no se ha facilitado al cierre de esta edición la edad, que ha fallecido por los disparos. Un agente también ha sido alcanzado en el tiroteo por una bala pero su vida no corre peligro. Otra persona ha sido detenida en el incidente para ser interrogada.

La semana pasada, y tras otros tiroteos recientes masivos, el presidente de EEUU, Joe Biden, anunció la adopción por decreto de seis medidas para tratar de incrementar el control de armas en el país. Aunque son iniciativas modestas, Biden aseguró que son solo las primeras y urgió al Congreso a avanzar en legislación que sería más efectiva. Biden definió el problema de la violencia con armas de fuego no solo como una "epidemia" sino, también, como "una vergüenza internacional".

Ese mismo día, el gobernador de Tennessee, el republicano Bill Lee, firmó una ley estatal que autoriza a cualquiera mayor de 21 años a llevar armas de fuego sin necesidad de someterse a entrenamiento ni revisión de antecedentes penales. Este lunes, antes de que se conocieran todos los detalles del incidente del instituto, el gobernador ha pedido "oraciones por la situación y por las familias y víctimas que puedan verse afectadas".