Irán "siempre ha acogido con satisfacción" el principio del diálogo con Arabia Saudí, ha expresado este lunes un funcionario iraní. En el comunicado ni confirma ni desmiente las informaciones sobre una supuesta reunión a principios de abril entre los dos países rivales. Estas reuniones siempre son "beneficiosas para los pueblos de los dos países y para la paz y la estabilidad regionales", ha declarado el portavoz de Asuntos Exteriores de Teherán, Said Khatibzadeh, en una conferencia de prensa en línea.

Ambos países son históricos rivales en la región. Irán, de mayoría chiíta, y Arabia Saudí, un reino de mayoría suní, rompieron sus relaciones diplomáticas en 2016 y se acusan regularmente de desestabilizar Oriente Medio. La enemistad ente chiítas y sunís se remonta al nacimiento del islam y esta se ha visto reflejado en la relación de ambos países que están enfrentados en varias guerras de la región, como Yemen, Siria e Irak.

El periódico británico Financial Times informó el domingo de que una reunión entre altos funcionarios iraníes y saudíes en Bagdad, Irak, el nueve de abril tenía como objetivo reanudar las relaciones bilaterales. Según este diario, que ha citado a fuentes no identificadas, se trata de las "primeras conversaciones políticas importantes entre los dos países" desde que rompiesen sus relaciones diplomáticas. Además, el medio ha añadido que tienen prevista otra reunión en los próximos días.

Panorama internacional

El portavoz diplomático de Irán confirmó el lunes que había visto "esas informaciones de prensa", pero las calificó de "contradictorias", sin dar más detalles. La mención de dicha reunión se produce mientras se celebran conversaciones en Viena en un intento de reconducir el acuerdo nuclear internacional con Irán tras la llegada del demócrata Joe Biden la Casa Blanca en enero.

Los Estados Unidos de Donald Trump salieron furiosos del pacto en 2018, y restableció una batería de sanciones contra Irán. En respuesta, Teherán se ha ido liberando gradualmente de las obligaciones del acuerdo. Arabia Saudí, aliada de EEUU, y Teherán, enemigo de Washington, apoyan a bandos opuestos en conflictos clave de Oriente Medio.