Un grupo de expertos de la ONU ha dado este miércoles la voz de alarma ante el empeoramiento de la salud del dirigente opositor ruso Alexéi Navalni, advirtiendo de que su vida corre "grave peligro" y reclamando su inmediata evacuación no solo de la colonia penal donde está recluido, sino de Rusia.

Los relatores, entre los que figuran expertos sobre libertad de expresión, coinciden en que las autoridades rusas no atienden correctamente a Navalni, que estaría en "duras condiciones" y sin acceso a "atención médica adecuada". En este sentido, ven insuficiente el reciente traslado un hospital.

"Estamos muy preocupados por el hecho de que Navalni esté retenido en condiciones que podrían equivaler a tortura o a tratos y castigos crueles, inhumanos y degradantes, en instalaciones que supuestamente no cumplen los estándares internacionales", han subrayado en un comunicado.

En este sentido, han recordado a las autoridades rusas de que es el Estado quien tiene "plena responsabilidad" sobre la integridad de las personas bajo su custodia, "independientemente de las razones de la detención". Navalni cumple una condena por fraude dictada en 2014 pero que ha comenzado a aplicarse tras su regreso a Moscú en enero, después de abandonar el país por el envenenamiento sufrido en agosto de 2020.

Los expertos de la ONU temen que exista un "patrón deliberado" de venganza contra Navalni en el que incluyen tanto su actual encarcelamiento como el "intento de acabar con su vida" en agosto, "que las autoridades rusas aún no han investigado de forma efectiva". Moscú siempre se ha desvinculado de este incidente, a pesar de que el opositor responsabilizó directamente al presidente de Rusia, Vladimir Putin.

Navalni se encuentra en huelga de hambre para denunciar la situación en la que se encuentra y la falta de acceso de personas de su confianza y, según su entorno, su salud ha empeorado drásticamente en las últimas semanas, hasta el punto de que podría sufrir daños irreversibles e incluso perder la vida.

"Instamos a las autoridades rusas a garantizar que Navalni tiene acceso a sus propios médicos y puede ser evacuado para recibir tratamiento médico urgente en el extranjero, como ocurrió en agosto de 2020", cuando se trasladó a Berlín, han reclamado los relatores.