Francia reabre a partir de este miércoles, terrazas de bares y restaurantes, museos y cines y atrasará el toque de queda dos horas, cumpliendo así una de las principales etapas de su calendario de reapertura por la crisis de la covid-19.

El país ha logrado mejorar los indicadores de ocupación en las unidades de cuidados intensivos de los hospitales, los de incidencia, tasa de contagio y fallecimientos diarios, gracias a los efectos del confinamiento del mes de abril y a un aumento sólido de la vacunación (el 30% de la población ha recibido al menos una dosis). De este modo, el Gobierno del presidente Emmanuel Macron ha podido cumplir con el calendario establecido -contrariamente a lo que sucedió después del segundo confinamiento de noviembre de 2020-.

Francia, donde casi 108.000 personas han muerto por la covid y 5,9 millones han resultado infectadas, se prepara para una apertura que ha generado muchas expectativas, después de seis meses de medidas de restricción, que han incluido el cierre de comercios considerados no esenciales.

Una de las medidas emblemáticas será la vuelta de las terrazas de los bares y los restaurantes, una estampa de las ciudades francesas y reflejo de la manera de entender la vida de sus habitantes, sobre todo los de París, amantes de degustar sus cafés expresos o su copa de vino en plena calle. Las dos últimas semanas, miles de bares y restaurantes se han preparado con ahínco para este día, tras haber pasado casi siete meses cerrados, desde finales de octubre de 2020, con el inicio del segundo confinamiento. Igual que con el resto de comercios no esenciales, las ayudas del Estado francés han sido fundamentales para que no cerrasen.

Obras de acomodación y de pintura, colocación de las mesas y las sillas. El movimiento en muchos cafés y bares parisinos ha sido incesante. No obstante, todas las terrazas tendrán que respetar una regla de ocupación. Hasta el 50% de su capacidad con un máximo de seis personas por mesa.

Toque de queda

El retraso de dos horas del toque de queda, de las actuales 19.00 horas hasta las 21.00, también supondrá un respiro en un país que enfila el verano y en el que ya anochece después de las 21.30 horas.

También regresan otros dos establecimientos emblemáticos de Francia: los museos y las salas de cine. Los primeros con un visitante por cada 8 metros cuadrados y los segundos tendrán un tope de público (35% hasta 800 espectadores por sala). "La reapertura será progresiva porque hay muchos elementos desconocidos en juego y también para evitar que se produzca un nuevo cierre", explicó la ministra de Cultura, Roselyn Bachelot, en una entrevista que publica hoy el diario 'Le Parisien'. Las bibliotecas, los lugares de culto, las actividades deportivas al aire libre (hasta 50 personas y sin contacto) y las ceremonias funerarias (hasta 50 personas) vuelven a estar permitidas.

Los espectadores en estadios tendrán un tope de un 35% de su capacidad, hasta las 1.000 personas sentadas -como sucederá en un primer momento en el torneo de tenis de Roland Garros-, y a los festivales al aire libre se les aplicará esas mismas condiciones. No obstante, las reuniones de más de 10 personas en el espacio público están prohibidas, con excepción de las visitas guiadas, y el Gobierno mantiene el teletrabajo como principal opción para quienes puedan ejercerlo.

El ministro de Sanidad francés, Olivier Verán, se mostró "confiado" de cara a esta nueva etapa en una entrevista televisiva emitida la pasada noche: "No nos podemos detener, tenemos la intención firme de ir hasta el final con el desconfinamiento". También explicó Véran que en el futuro las personas vacunadas tendrán una situación "más favorable" respecto a las que no lo estén y añadió que la obligación de llevar la mascarilla en el exterior llegará "pronto" a su fin.

Si los indicadores de la enfermedad continúan con una tendencia a la baja, el 9 de junio se cumplirá otra etapa en la relajación de las medidas restrictivas, y el 30 de junio sería la tercera y última que permitiría un regreso a la mayoría de actividades pre-covid. El certificado sanitario, en proceso de validarse legislativamente y que incluye cartilla de vacunación y pruebas covid, solo será exigido para los casos de grandes aglomeraciones y no será pedido en el día a día de los franceses, según el Gobierno.