El niño de cinco años Eitan Biran, herido en la caída del domingo del teleférico que conecta las localidades de Stresa y Mottarone, en la región de Piamonte (norte de Italia), empieza a despertar del coma inducido y responde de forma "positiva" aunque su situación aún es "crítica".

"La respuesta del niño es positiva, con ataques de tos, algunos movimientos y momentos de respiración espontánea, pero por precaución vamos con mucha calma y cuidado porque la situación clínica sigue siendo crítica", dijo hoy el director general del complejo hospitalario Città della Salute de Turín, Giovanni La Valle, a los medios italianos.

El pronóstico de Biran -que perdió en el accidente a su padre, madre, hermano y dos de sus abuelos- sigue siendo reservado y, si "la situación clínica permanece estable, el deseo es que se lo pueda extubar mañana por la mañana", añadió La Valle.

El médico señaló que la preocupación ahora son "las complicaciones no relacionadas con el sistema neurológico, que está intacto, sino las que pueden surgir como consecuencia del politraumatismo". Biran es el único superviviente de su familia en el accidente, en el que murieron 14 personas, entre ellas tres niños.

No descartan un "error humano"

La Fiscalía italiana ha informado este martes de que las autoridades que investigan las causas del accidente del teleférico de Stresa que ha dejado al menos 14 muertos no han descartado la hipótesis de que pueda haberse debido a un "error humano", como consecuencia de las labores de mantenimiento y revisión al que se sometió días atrás las instalaciones.

"No se puede excluir ninguna hipótesis, ni siquiera la del error humano", ha comentado la encargada principal de las investigaciones, la fiscal de Verbania, Olimpia Bossi, informa la agencia Adnkronos.

"La hipótesis del error humano es parte de las investigaciones pero no se puede encontrar en los vídeos, que ni siquiera son de buena calidad", ha dicho Bossi, quien el lunes ya confirmó que el freno de seguridad del teleférico no funcionó, por lo que la cabina llegó a alcanzar velocidades de hasta 100 kilómetros por hora, propulsándose hasta 54 metros.

Bossi ha comunicado este martes también que el sábado por la tarde, un día antes del accidente, las instalaciones del teleférico sufrieron una parada, por lo que fue necesario reiniciarlo, pero, apunta, "no se sabe si esto tiene relación con el accidente".

Un día después de que Bossi informara de que se está determinando quién es el propietario del teleférico, las autoridades de la región de Piamonte y las del municipio de Stresa se han estado lanzando en las últimas horas las culpas.

Si bien desde la Concejalía de Transportes de Piamonte se ha querido zanjar el asunto aseverando que "es propiedad del municipio", la alcaldesa de Stresa, Marcella Severino, ha explicado que las transferencias no se llegaron a realizar, después de la firma de un convenio hace años en las que el Gobierno de Piamonte financiaría la reestructuración del teleférico.

En relación a esa cuestión, Bossi ha explicado que todavía "debe aclararse" dicho convenio, pues "no está claro" si la transferencia de propiedad de Piamonte a Stresa "sucedió en su totalidad o si hay un reparto en términos de financiación del mantenimiento de las instalaciones".

"La historia tiene perfiles complejos que se van volviendo un poco más delicados cada día", ha dicho. Entre los fallecidos en el accidente hay un niño de nueve años y el Gobierno israelí ha confirmado la muerte de cinco de sus ciudadanos: una pareja de estudiantes de medicina, su hijo y los abuelos de la mujer, que habían viajado de visita desde Israel.

El otro menor de cinco años se encuentra ingresado bajo pronóstico reservado, pero los médicos confían en su recuperación. El teleférico cubría el recorrido desde el lago Maggiore hasta la montaña de Mottarone cuando, por causas todavía bajo investigación, el cable que lo sustentaba se partió a 300 metros de la estación de llegada, en la parte más alta del recorrido, donde llega a alcanzar los 1.400 metros de altura sobre el nivel del mar.