El jefe de la mafia siciliana 'Cosa Nostra' Giovanni Brusca, condenado por el asesinato del juez Giovanni Falcone, ha sido puesto en libertad este martes tras pasar 25 años encarcelado.

Si bien durante los próximos cuatro años estará sujeto a un régimen de libertad bajo "supervisión", su liberación ha reavivado la polémica en Italia, donde muchos políticos han calificado de "indignante" su excarcelación.

La alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, ha lamentado lo sucedido y ha dicho que es "una desgracia inaceptable", según informaciones de la revista 'L'Espresso', que ha matizado que por el momento sigue bajo custodia.

Para el líder de los Socialdemócratas, Enrico Letta, su salida de la cárcel supone un "puñetazo en el estómago". Brusca ha sido considerado como uno de los principales aliados del influyente jefe de la mafia Salvatore Riina, conocido como 'La Fiera'.

Así, habría admitido estar involucrado en un ataque con bomba llevado a cabo en 1992 y en el que fue asesinado el juez Falcone, que encabezaba varias investigaciones sobre la mafia.

Brusca, que fue detenido en 1996, también habría admitido ser cómplice del asesinato del hijo de un antiguo miembro de la mafia que también estuvo implicado en la muerte de Falcone y que cooperó con la Policía tras ser detenido.