Decenas de mexicanos protestaron este viernes en Jalisco (oeste) para solidarizarse con los más de un centenar de jóvenes que fueron golpeados, privados de la libertad y encarcelados por agentes de la Fiscalía cuando se manifestaban por la muerte de Giovanni López a manos de la policía en junio de 2020.

En medio de las estrategias de aislamiento social, López fue asesinado a golpes mientras estaba bajo custodia de policías del municipio de Ixtlahuacán, quienes lo encarcelaron por no usar mascarilla en la calle, una de las medidas obligatorias de prevención ante la pandemia impuestas por el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro. La muerte de López, un trabajador de la construcción, dio origen a varias jornadas de protestas que derivaron en disturbios y en el arresto de al menos 28 jóvenes que fueron fuertemente golpeados por policías municipales y estatales. Además, unos 80 jóvenes fueron detenidos por presuntos policías encapuchados que los golpearon, les robaron y los subieron a camionetas no oficiales para luego abandonarlos en barrios de la periferia de Guadalajara, según documentó la Comisión Estatal de Derechos Humanos hace uno año.

Este jueves los protestantes recordaron a las víctimas y exigieron que se procese a todos los miembros de la Fiscalía involucrados, quienes aseguran que no podían actuar sin la orden directa del titular de la dependencia, Gerardo Octavio Solís y del gobernador Alfaro. "Salieron a amedrentar a todos los manifestantes, incluso las personas que pasaban fueron rociadas con gas; al día siguiente enviaron a elementos de la fiscalía a levantar a alrededor de 100 personas, y el gobernador lo único que hizo fue deslindarse. No es posible que estos mandos policíacos se manden solos", dijo Pilar Monsiváis, una de las manifestantes.

Los manifestantes llegaron hasta las puertas del palacio de gobierno y pidieron la destitución del gobernador Alfaro. Horas antes, el mandatario estatal reiteró en redes sociales su argumento de que las manifestaciones fueron manipuladas por grupos políticos y fueron un "ataque directo a las instituciones" para "generar inestabilidad y violencia" en el estado. Señaló que los hechos no quedarán impunes y los policías y agentes de la Fiscalía responsables reciben su castigo. "Los policías que mataron a Giovanni están tras las rejas, asimismo los responsables de los hechos ocurridos al exterior de la Fiscalía están también detenidos, sus destinos están en manos de la justicia y serán las instancias correspondientes las que determinen la responsabilidad de cada uno de ellos y, en su caso, los sancionen", señaló.