La escalada de contagios en Francia va a continuar en los próximos días a causa del carácter más contagioso de la variante delta, según el Consejo Científico que aconseja al Gobierno, que calcula que serán 50.000 diarios a comienzos de agosto, frente a los casi 22.000 del jueves.

Esa es la estimación del presidente del Consejo Científico, Jean-François Delfraissy, que en una entrevista este viernes al canal BFMTV, insistió en hacer un llamamiento para que se vacunen rápidamente los mayores de 60 años que no lo han hecho y las personas con factores de riesgo, como el sobrepeso.

En Francia, el porcentaje de los que no se han inmunizado entre esos grupos que son más susceptibles de desarrollar una forma grave de la covid y terminar en el hospital es el más alto de Europa, destacó Delfraissy.

A su juicio, en las próximas semanas "no hay ninguna solución milagrosa" para evitar la irrupción de la que ya es la cuarta ola epidémica en Francia, en particular para los que no han finalizado todavía la pauta de vacunación.

Por eso pidió que se adopten los comportamientos de prevención conocidos, como son llevar mascarilla en espacios cerrados colectivos y en los abiertos con mucha afluencia de público, y lavarse las manos.

Preguntado sobre la pertinencia de restablecer la mascarilla al aire libre, como se ha hecho al menos parcialmente en 16 departamentos franceses con una alta incidencia, dijo que hay que aplicar el sentido común y ponérsela cuando hay mucha gente.

En cuanto a las discotecas, que han podido reabrir en Francia desde el 9 de julio (aunque de hecho solo lo ha hecho una cuarta parte), Delfraissy dijo que son lugares con riesgo de contagio, e hizo notar que en las últimas semanas se ha constatado que se han convertido en focos de brotes en diferentes países europeos.

Advirtió de que la vuelta a la normalidad no se puede esperar hasta 2022 o 2023 y que probablemente habrá "otra variante que llegará durante el invierno", ya que "este virus tiene capacidades de mutación excepcionales".

El número de contagios se ha más que duplicado en Francia en la última semana, de forma que se ha superado el umbral de los 100 casos por cada 100.000 habitantes en una semana, dos veces más que el nivel de alerta.