En la mañana de este martes se iban ya de la base aérea de Torrejón los últimos integrantes del dispositivo de acogida de evacuados afganos. Ya no quedan rescatados en el campamento, y con la vuelta del silencio a la trasera de los hangares del aeródromo militar ha retornado también algo más de calma a las cocinas que World Central Kitchen -WCK, la ONG de menús solidarios encabezada por el chef José Andrés- tiene en el mercado madrileño de Santa Eugenia. Han sido cinco días frenéticos, con los fogones trabajando 21 horas de cada 24 para preparar cerca de 2.320 comandas al día para tan singulares comensales sacados por España del infierno de Kabul.

"Queríamos darles un abrazo a través de la comida; expresarles que no están solos", resume V.S., voluntaria madrileña de WCK, el espíritu de la iniciativa. Y en eso se han convertido los platos que de desayuno, comida, merienda y cena se han estado elaborando durante cinco frenéticas jornadas bajo la supervisión del chef francoespañol Olivier de Belleroche, que, entre otros cometidos, fue cocinero personal del arquitecto Norman Foster. Un abrazo de comida, y de comida afgana: nada de tortilla de patatas o paella. Para facilitar el aterrizaje en su nueva realidad a 11 horas de avión de su casa, se les han ofrecido menús de comida propia de Afganistán.

Olivier no ha estado solo. Para elaborar cerca de 11.600 condumios calientes, WCK buscó primero en Madrid algún restaurante afgano para preguntar, pero la pandemia cerró los dos últimos que quedaban. Así que miró en Barcelona, y desde allí se fue a Madrid la escritora y dramaturga afgana Nadia Guhlam, que ha sido la asesora culinaria de esta experiencia solidaria. "Ha trabajado con los demás sin parar, sin descanso", dice V.S. Hasta el punto de posponer la acogida de una parte de su familia, salvada en Kabul y traída a Torrejón, y con la que, ahora sí, está disfrutando del reencuentro en su nuevo destino asignado por el Ministerio de Inclusión: un techo de acogida en Salamanca.

La escritora afgana Nadia Ghulam ayuda en la elaboración de menús de World Central Kitchen para los evacuados de Afganistán. El Periódico de Cataluña

Nadia Guhlam asesoró también para la elaboración de lo que los voluntarios de WCK llaman "kit de bienvenida", una variedad de requesón revuelto con cardamomo y menta y una especie de empanada fría de verduras. "Es que no puedes recibir a unas personas con un croissant y café que igual no han visto en su vida", explica la voluntaria. Como los afganos no acostumbran a consumir café, se les ha proporcionado una mezcla especiada de té verde y negro. Además, el bollo puede llevar grasa de cerdo, y "todos los ingredientes que hemos empleado han sido halal (conforme a las proscripciones del Islam).

Mucho carbohidrato

En cuanto surgió la noticia de la evacuación de afganos a España, explican en WCK, la ONG se puso en contado con la Cruz Roja para ofrecerse a cocinar en afgano. "Y les encantó la idea", cuentan. Era una forma de mejorar el avituallamiento básico, neutro y envasado que proporciona la Cruz Roja en momentos de crisis.

Desde el jueves 26 han estado cocinando cuatro comandas diarias para una algo más de 580 personas, que tenían una media de estancia de 32 horas en Torrejón, según datos del Gobierno, antes de su partida hacia un centro de la red nacional de acogida del Ministerio de Inclusión. Las cajas con comida caliente que han estado llevando en camiones isotermos alquilados han ido a parar también a los voluntarios de la Cruz Roja, que han comido lo mismo.

Se trataba de platos "con mucho carbohidrato, muchas legumbres y pan durum", cuenta el chef Olivier. Le ha llamado especialmente la atención unos macarrones (de fondo) bajo unas lentejas afganas amarillas y verduras, debajo a su vez de una crema de queso con menta y cominos. O, también, un caramelo líquido que se echaba, en fina cobertura, sobre un arroz hervido, con aceite de oliva y mucho picante. "Alternábamos pollo y ternera. Otra cosa no, porque pescado a lo mejor lo comen una sola vez al año", explica De Belleroche.

"Ha sido un choque emocional brutal, y había que correr, porque el hambre no espera", cuenta la voluntaria madrileña. WCK ha pagado la cuenta. Durante la semana anterior, una cadena de whatsapps pedía por Madrid gente para ayudar: "Hola amigos, se necesitan voluntarios urgente para World Central Kitchen, la ONG de Jose Andrés -decía el que más ha corrido- Están preparando comidas para los refugiados afganos que están en Torrejon, además de atender a otros colectivos necesitados. Seria desde mañana mismo y hasta el día 1. Me dicen que precisan muchas manos. El lugar donde se colabora es el Mercado de Santa Eugenia".

Al final, la acción ha durado un día menos. En un aeródromo de Washington, la capital de Estados Unidos, Word Central Kitchen también está proporcionando menús afganos a los recién llegados de Kabul. José Andrés no ha estado para verlo. "Le ha pillado Haití... y el huracán de Luisiana, ¿sabes?", explican en la ONG.