La precipitada salida de Estados Unidos de Afganistán, consumada definitivamente este martes tras dos décadas de guerra fallida contra los talibanes, ha obligado a los Veintisiete a abrir los ojos y afrontar el debate sobre el posible éxodo masivo de afganos y una nueva crisis de refugiados a las puertas de Europa. Los ministros de Interior de la Unión Europea se reúnen desde este mediodía de forma extraordinaria en Bruselas para analizar las implicaciones para la seguridad, la protección internacional y la inmigración de la salida de Afganistán y un objetivo en mente: evitar "movimientos migratorios ilegales incontrolados a gran escala" y, sobre todo, que se repita la crisis de 2015 cuando más de un millón de personas llegaron a Europa huyendo de la guerra en Siria.

Los Veintisiete son conscientes de la "gravedad" de la situación pero consideran que las personas que necesitan protección deben recibirla "en la región", es decir, en países vecinos a Afganistán como Pakistán, Irán o Turquía. Un planteamiento que ya ha generado en las últimas semanas reproches de Turquía, donde viven cuatro millones de refugiados sirios. "No somos el almacén de Europa", advertía recientemente el presidente turco Tayyip Erdogan que, tras la crisis de 2015, cerró un acuerdo con la UE para mantener a refugiados sirios en su territorio a cambio de 6.000 millones de euros.

A su críticas se suman las reticencias de los gobiernos europeos que no quieren convertirse ni en la puerta de entrada de miles de inmigrantes refugiados, como es el caso de Grecia, ni en país de acogida, como es el caso de los países de Europa central y del este. "No podemos tener a millones de personas saliendo de Afganistán y que vengan a la Unión Europea y ciertamente no a través de Grecia", advertía hace una semana el ministro de Inmigración griego, Notis Mitarachi.

Movimientos incontrolados

Una postura que ha logrado imponerse en la reunión extraordinaria de este martes. En su declaración, los Veintisiete advierten contra los incentivos a la inmigración ilegal y reafirman su compromiso a apoyar financieramente a los países vecinos de Afganistán, incluidos países de tránsito, para reforzar sus capacidades y garantizar que las personas en necesidad de protección la reciban "principalmente en la región”. Aunque los Veintisiete no mencionan cifras, la Comisión Europea estaría trabajando en un paquete de ayudas de 600 millones, según el 'FT'.

“Lo importante ahora es mandar el mensaje correcto: Quedaos allí y apoyaremos a la región para que ayude a la gente allí", ha defendido el ministro de interior de Austria, Karl Nehammer, durante una comparecencia conjunta con sus homólogos de Dinamarca y República checa. "La gente no debe venir a Europa, debe quedarse en al región", ha añadido el danés Mattias Tesfaye. Dicho llanamente, Europa no quiere una nueva oleada de afganos llegando a sus puertas ni revivir la situación de hace seis años. De momento, según ha explicado la comisaria de interior, Ylva Johansson, no han detectado “movimientos de salida masivos de Afganistán a países vecinos” aunque ha reconocido que “la situación puede cambiar en las próximas semanas o meses” y que “hay que estar preparados para todos los escenarios”.

Evitar la crisis humanitaria

La prioridad a juicio de Bruselas, y la mejor manera de prevenir una crisis migratoria, es evitar una “crisis humanitaria dentro de Afganistán y que los derechos humanos no se vean pisoteados. “Después, si hay más afganos que van a los países vecinos, ya veremos qué tipo de apoyo es mejor. Puede ser ayuda directa a los afganos o iniciativas de reasentamiento para grupos vulnerables pero no vamos a calcar el plan de cooperación de la UE con Turquía”, ha asegurado Johannson que ha anunciado la convocatoria de un foro internacional para debatir la acogida de refugiados..

Según ha explicado, durante el Consejo han sido varios los Estados miembros que han subrayado la necesidad de aprovechar la crisis afgana para dar un empujón al pacto de inmigración y asilo. Entre ellos, España que considera que es el momento propicio para impulsar un acuerdo. Aunque no ha dado cifras sobre cuántos refugiados podrían aceptar, el ministro de interior, Fernando Grande-Marlaska, ha insistido en que "España aceptará la responsabilidad individual que le corresponda dentro de la Unión Europea”.

Amenazas a la seguridad

La declaración también subraya la importancia de una comunicación externa e interna unificada y coordinada , advierte contra los intentos de instrumentalizar la inmigración ilegal y se compromete a hacer lo posible para evitar que la situación genere nuevas amenazas a la seguridad para los ciudadanos europeos. "Deben hacerse todos los esfuerzos para garantizar que el régimen talibán cese todos sus vínculos con el terrorismo internacional y que Afganistán no se convierta de nuevo en un santuario para terroristas y grupos de crimen organizado", señala el documento. La agencia Europol ejercerá un papel central en este ámbito elaborando análisis de riesgos e intercambiando información e inteligencia y los controles de seguridad en las fronteras de las personas evacuadas de Afganistán serán "cruciales".