Afganistán es el principal foco de preocupación y tensión en estos momentos para los jefes de la diplomacia europeos que este viernes han abierto la puerta a "compromisos operativos" con el nuevo Gobierno talibán aunque este diálogo no supondrá ningún "reconocimiento" y estará condicionado a que los talibanes no se conviertan en refugio de terroristas, respeten los derechos humanos y permitan el acceso de ayuda humanitaria. "Para apoyar a la población afgana tendremos que involucrarnos con el nuevo Gobierno, lo que no significa reconocimiento. Es un compromiso y este compromiso operativo aumentará dependiendo del comportamiento de este Gobierno", ha indicado el alto representante para la política exterior de la UE, Josep Borrell, durante la reunión de ministros de exteriores de la UE en Kranj (Eslovenia). 

Aunque de la reunión informal de los Veintisiete no saldrán ni acuerdos ni conclusiones, el jefe de la diplomacia europea ha salido del debate con la sensación de que todos comparten que "el futuro de Afganistán sigue siendo una cuestión clave" porque afecta a la Unión Europea, a la región, a la estabilidad internacional, tiene un impacto directo en la seguridad europea y es necesario seguir apoyando a la población afgana. Y para eso es necesario abrir un diálogo con los talibanes que estará sujeto, según ha precisado, a cinco condiciones.

En primer lugar, el nuevo Gobierno debe impedir que Afganistán se convierta en un centro de exportación de terrorismo. La segunda condiciones es el respeto de los derechos humanos, en particular de las mujeres, el Estado de derecho y la libertad de prensa. La tercera el establecimiento de un Gobierno de transición inclusivo y representativo mediante negociaciones con las fuerzas políticas afganas. 

En cuarto lugar, el nuevo régimen afgano deberá garantizar "libre acceso a la ayuda humanitaria", respetando los procedimientos y condiciones de entrega establecidas por la UE. Por último, los talibanes deberán permitir la salida de extranjeros y de todos aquellos afganos en riesgos que quieran abandonar el país. "Algunos dirán que los talibanes no van a cumplir. Vamos a ver. Nuestro diálogo dependerá del cumplimiento de esta condiciones” y nuestro “compromiso aumentarán dependiendo del comportamiento del Gobierno", ha explicado Borrell. 

Presencia europea en Kabul

El segundo gran tema de discusión entre los Veintisiete se ha centrado en la evacuación de las personas en riesgo, de personas que han trabajado para las fuerzas occidentales, que han apoyado el proceso de democratización de Afganistán y que todavía siguen en el país. "Estas personas deben ser evacuadas", ha insistido. Aunque serán los Estados miembros de forma individual y voluntaria quienes definirán si acogen a personas y a cuantas están dispuestas a recibir, la UE se ha comprometido a trabajar de forma coordinada. Para ello, según Borrell, será necesario establecer "una presencia europea conjunta de la UE en Kabul, coordinada por el Servicio de Acción Exterior, si se cumplen las condiciones de seguridad".

Además, los ministros de exteriores también ha acordado establecer una plataforma política regional de cooperación con los países vecinos de Afganistán y otros socios internacionales. La tarea de esta plataforma, también coordinado por el Servicio de Acción Exterior europeo, será gestionar los flujos migratorios, de forma que no se repitan los acontecimientos de 2015 cuando llegaron a Europa más de un millón de personas, y trabajar en la prevención del terrorismo y la lucha contra el tráfico de personas y drogas. "Será un esfuerzo diplomático fuerte coordinado por el Servicio de Acción Exterior Europeo", ha detallado.