La cancillera alemana Angela Merkel, tal y como la definen diplomáticos y políticos que han trabajado en estrecho contacto con ella, ha sido en los dieciséis años que ha estado al frente del Gobierno alemán sencillamente el “ancla de estabilidad de Europa”. Un papel que el resto de líderes europeos han reconocido este jueves y viernes en Bruselas en la que probablemente habrá sido su última cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE al frente de Alemania. “Un Consejo Europeo sin Merkel será como Roma sin el Vaticano o París sin la torre Eiffel”, ha dicho el presidente de la UE, Charles Michel, durante un pequeño homenaje de despedida.

Aunque sus colegas son conscientes de que no le gustan ni las “sorpresas” ni las “celebraciones”, dieciséis años al frente de la cancillería bien merecen unas palabras de despedida, y el liberal belga, que coincidió con ella cinco años como primer ministro de Bélgica antes de convertirse en el presidente del Consejo Europeo, ha aprovechado la jornada final de la cumbre para ensalzar su trayectoria. “Desde el inicio del Consejo Europeo ha habido 214 reuniones y has participado en 107 de ellas en total. Tu despedida de la escena europea nos toca políticamente pero también nos llena de emoción. Eres un monumento”, ha dicho Michel.

Ilustración y conocimiento

De la alemana, de 67 años, ha destacado su sabiduría, particularmente “en tiempos complejos”, su curiosidad intelectual y científica, su sencillez y su sobriedad. Armas “muy poderosas” todas ellas. “Hace un año me dijiste. Si el continente de la ilustración y el conocimiento no sabemos gestionar lo exponencial más que lo lineal tenemos un problema. (…) No nos abandonas, tu espíritu seguirá con nosotros. Eres una brújula y el faro del proyecto europeo”, ha concluido durante un sentido homenaje que los líderes europeos han cerrado con una gran ovación y el regalo de una escultura que representa al edificio Europa. Un edificio en el que Merkel ha coincidido con nada menos que 4 presidentes franceses, cinco primeros ministros británicos y ocho mandatarios italianos.

“La echaré de menos. Europa la echará de menos y los luxemburgueses también”, ha dicho el primer ministro luxemburgués, Xavier Bettel, que ha explicado por si mucha gente no lo sabe que Merkel era un “máquina del compromiso” porque en numerosas ocasiones cuando se encontraban bloqueados en algo ella simplemente decía “tirar, tirar, tirar” y luego nos las arreglamos para reunir ambición a pesar de todo”. El mismo sentimiento que deja en el lituano Gitanas Nauseda. “En momentos críticos ha sido esa señora que ha intervenido y nos ha ayudado a encontrar una solución. Le deseo el mejor futuro”.