Buenas palabras y mucha verbosidad, sobre todo de la parte rusa. Los presidentes de China, Xi Jinping, y Rusia, Vladímir Putin, han mantenido este miércoles un encuentro telemático en el que ambos mandatarios, al frente de dos países con aspiraciones de potencia global, se han comprometido a incrementar su cooperación ante las críticas occidentales y a trabajar de forma conjunta para velar por "sus intereses mutuos" en materia de "seguridad". La cita ha coincidido con la visita a Moscú de la subsecretaria estadounidense de Asuntos Europeos y Euroasiáticos, Karen Donfried, a quien altos funcionarios rusos le han hecho entrega del pliego de exigencias planteadas por el Kremlin para evitar un conflicto armado en la vecina Ucrania.

Pekín fue mucho más lacónico que Moscú a la hora de informar acerca del contenido de la reunión. Según la agencia estatal Xinhua, durante las conversaciones Xi ha destacado la necesidad de "aumentar" la cooperación bilateral para velar por los "intereses de seguridad de ambos países". De acuerdo con la misma fuente, el presidente chino ha reconocido ante su homólogo ruso que "ciertas fuerzas internacionales" estaban interfiriendo en los asuntos internos de Rusia y China esgrimiendo "la democracia" como justificación, "pisoteando de forma brutal" el "derecho internacional" y las "normas reconocidas que gobiernan las relaciones internacionales". Una nada velada alusión a la UE y a EEUU, muy críticos con la situación de los derechos humanos en ambos países.

En cambio, en la capital rusa, el asesor de Putin para asuntos internacionales, Yuri Ushákov, se ha mostrado mucho más locuaz y ha expuesto con todo lujo de detalles su versión de las discusiones. De acuerdo el alto responsable ruso, durante la reunión "el presidente de China" ha expresado su "total apoyo" a la exigencia rusa de recibir de parte de la OTAN garantías escritas de que Ucrania jamás se integrará en la alianza. Putin, por su parte, ha prometido a su interlocutor mantenerle informado acerca del desarrollo de las discusiones con representantes occidentales. Precisamente, este miércoles, dichas peticiones fueron entregadas por el número dos de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, a la subsecretaria del Departamento de Estado norteamericano, de gira por Europa.

Visión negativa del AUKUS

Ushakov también ha informado que Xi y Putin han manifestado su "visión negativa" ante la creación de AUKUS, la nueva alianza militar en la región de Asia-Pacífico que agrupa a EEUU, Australia y el Reino Unido, y ante el denominado Diálogo de Seguridad Cuadrilateral, un foro estratégico informal constituido en 2007 donde EEUU, la India, Japón y Australia intercambian información y realizan ejercicios militares conjuntos.

Ambos presidentes han abierto la cita virtual con sendas intervenciones televisadas -mucho más larga en el caso de Putin- en las que ha habido profusión de parabienes al estado actual de las relaciones bilaterales chino-rusas. El líder del Kremlin ha arremetido con dureza contra el boicot político a los próximos Juegos Olímpicos de Invierno en Pekín promovido por EEUU y al que se han adherido, por el momento, Australia y Nueva Zelanda, confirmando a su vez su presencia en la capital china: "Querría destacar el apoyo mutuo en temas como la cooperación deportiva internacional, incluyendo el rechazo a toda tentativa de politizar los deportes y el movimiento olímpico".

En su respuesta, el mandatario chino ha evitado calificar a Rusia de "aliado", aunque ha asegurado que la intensidad de las relaciones bilaterales es incluso "superior" al de una alianza.

En este ámbito, muchos expertos admiten la intensificación de los lazos económicos, pero aún se muestran escépticos respecto al margen para la cooperación política chino-rusa. En los primeros 11 meses del año, los intercambios comerciales han alcanzado la cifra de 123.000 millones de dólares, es decir, un 21% más con respecto al año precedente. Sin embargo, según escribe Marcin Kaczmarski, de la universidad de Glasgow, aunque existen "áreas de convergencia" política, en particular en su concepción multipolar del mundo, las estrategias difieren. China busca expandir su economía mediante la globalización y "está más interesada en la estabilidad" que Rusia, más predispuesta a crear crisis y a "desafiar a Occidente".