Cinco días después de que un jurado popular federal en Nueva York condenara a Ghislaine Maxwell en un caso penal por conspirar y participar en la trama de tráfico y abuso sexual de menores que se atribuye al fallecido financiero Jeffrey Epstein, la atención se vuelve ahora al príncipe Andrés de Inglaterra, uno de los más señalados como partícipes en la explotación de víctimas de esa trama, acusaciones que él niega.

El segundo y favorito hijo de Isabel II enfrenta en Nueva York una demanda civil por angustia emocional y agresión presentada por Virginia Giuffre, la mujer de 38 años, ahora madre de tres hijos, que ha asegurado que fue forzada a tener sexo con el duque de York tres veces en 2001 cuando ella tenía 17 años y estaba sometida por Epstein y Maxwell, que fue quien le presentó al miembro de la casa real británica.

Este martes habrá una vista fundamental en la que el juez Lewis Kaplan decidirá si la demanda sigue adelante. Y en esa vista jugará un papel clave un documento hecho público este lunes: un acuerdo confidencial que Giuffre firmó en 2009 con Epstein en Florida.

Según ese pacto, en el que Epstein no reconocía culpabilidad ni responsabilidad pero que ponía fin a una demanda de Giuffre, él le pagaba medio millón de dólares y ella aceptaba no emprender acciones legales futuras contra el financiero, contra las personas directamente vinculadas con él (de herederos a abogados, administradores y/o empleados) ni contra cualquier otra persona o entidad que habría podido ser incluida como “potenciales acusados”.

Cruce de demandas

Los abogados de Andrés, que ha sido apartado de todas las funciones oficiales de la Corona, interpretan que su cliente está incluido en esa parte de “potenciales acusados” que cubría el pacto del 2009 (que intentaron que no se hiciera público) y quieren que se desestime la actual demanda contra su cliente.

La defensa también intentó previamente que el caso fuera desestimado alegando que Giuffre vive desde hace más de una década en Australia y no en Estados Unidos, donde tiene presentada la demanda civil, pero el juez Kaplan rechazó hacerlo.

Giuffre también está envuelta en un cruce de demandas por lo civil por difamación con el abogado Alan Dershowitz, un profesor de Harvard que fue abogado de Epstein en 2008 y también ha representado a Harvey Weinstein y Donald Trump. Según denunció Giuffre en la BBC y en 'The New Yorker', fue forzada a tener sexo con Dershowitz por Epstein en seis ocasiones. Él le ha llamado “prostituta” y “mala madre”.