Al menos siete civiles han muerto por disparos de las fuerzas de seguridad contra manifestantes durante las protestas de este lunes en una nueva jornada de movilizaciones contra el gobierno militar instaurado tras el golpe de Estado. Además, el Comité ha denunciado que hay "numerosos heridos" por disparos que están siendo ya atendidos por el personal sanitario. Con estos ya son 71 los fallecidos por la represión militar de las protestas desde la asonada del 25 de octubre.

El Comité de Médicos de Sudán ha informado de estas muertes y ha denunciado esta "masacre". "Las fuerzas de la junta militar siguen perpetrando masacres, enfrentándose a manifestantes sudaneses pacíficos con fuerza letal", ha asegurado el Comité a través de su página en Facebook, fuente habitual de los balances de heridos tras las manifestaciones. "El mundo entero debe prestar mucha atención y adoptar medidas contundentes para detener estos crímenes deliberados y execrables contra el pueblo de Sudán, que sigue presionando pacífica y persistentemente para tener un país libre, pacífico, justo y democrático", ha remachado. Los militares han empleado gas lacrimógeno, bombas sónicas y han abierto fuego contra los miles de manifestantes que han marchado este lunes hacia la capital, Jartum, desde las ciudades gemelas de Jartum del Norte y Omdurmán. También ha habido manifestaciones en otras ciudades del país, según el diario 'Sudan Ajbar'. Antes incluso del inicio de las manifestaciones se han producido numerosas detenciones de jóvenes y activistas los Comités de Resistencia en las tres ciudades: Jartum, Jartum Norte y Omdurmán. Los militares también han irrumpido en los últimos días en hospitales para detener a personas heridas.

Al menos 71 personas han muerto por la represión de las fuerzas sudanesas contra las manifestaciones desde el golpe de Estado del 25 de octubre que terminó de consolidar a los militares en el poder en la figura del presidente del Consejo Soberano de Transición y jefe del Ejército sudanés, Abdelfatá al Burhan. La ONU presentó hace una semana una iniciativa para abrir un proceso de diálogo que incluía a los militares, por lo que varios sectores de la sociedad civil han rechazado la propuesta por considerar que legitima a los golpistas.