Al menos 24 personas han fallecido tras un alud de lodo que afectó a algunos barrios del oeste de la capital ecuatoriana, ciudad que fue azotada este lunes por un fuerte aguacero, según informó el Servicio de Seguridad Ciudadana ECU-911. Así lo confirmó el alcalde de Quito, Santiago Guarderas, en una declaración a periodistas tras una reunión del Comité de Operaciones de Emergencia del Distrito Metropolitano, que evaluó la situación en la llamada "zona cero" del aluvión.

El edil precisó que, además, han sido atendidos y trasladado a diferentes casas de salud 48 personas heridas y que se han reportado 15 desaparecidas. Agregó que 348 personas han sido afectadas por el alud de lodo que bajó desde la montaña arrastrando todo a su paso y que causó daños parciales a 38 viviendas, mientras que otras tres resultaron totalmente destruidas. Guarderas indicó que 15 vehículos resultaron afectados, así como 22 motocicletas, y que 2.734 efectivos de varias instituciones estatales y municipales participan en las tareas de asistencia.

El alcalde informó también de que el servicio eléctrico se ha restablecido en los barrios afectados, excepto en la denominada 'zona cero', donde pegó directamente la riada que bajó de la montaña. En ese sector aún se realizan tareas de limpieza y rescate, dijo Guarderas que calcula que en una semana concluirían los trabajos de rehabilitación. Insistió en que este fue un "fenómeno natural extraordinario", que tuvo su origen en la intensa lluvia que cayó sobre la ciudad el lunes, con 75 milímetros de precipitaciones, cuando se preveía apenas dos milímetros. Ese volumen es el más alto registrado desde 2003.

Uno de los embalses construidos para captar las aguas lluvias en la montaña, con capacidad de 4.500 metros cúbicos, se desbordó porque se calcula una acumulación de 20.000 metros cúbicos, explicó el alcalde. También dijo que se debe preparar un plan integral de protección de las laderas de la montaña, que al final supondrá un proceso de reforestación en la zona.

El aluvión bajó desde las faldas del volcán Pichincha, que se erige al oeste de la ciudad, y se dirigió por las calles del barrio La Gasca, e incluso arrastró algunos vehículos que se encontraban aparcados en la zona. La corriente también se dirigió a barrios de la zona baja de esta ciudad ubicada entre montañas y que suele estar amenazada por este tipo de eventos naturales.

La Policía informó de que unas quince personas han sufrido heridas por causas del evento natural, pero no precisó aún la cantidad de damnificados que dejó el aluvión. De acuerdo a imágenes difundidas por los vecinos del lugar, la corriente de lodo arrasó con lo que encontraba a su paso y afectó a viviendas y locales comerciales. Asimismo, varias casas resultaron dañadas por la corriente y muchas personas rescatadas aguardaban cubiertas con mantas para afrontar el intenso frío de la noche lluviosa en la ciudad. Además, las autoridades policiales cerraron varias avenidas de la zona, en un momento de alto tráfico de vehículos, lo que generó caos en algunos sectores de la ciudad, según ciudadanos.

El Municipio de Quito pidió a los habitantes de los sectores afectados que permanezcan en pisos altos de sus viviendas, como medida de precaución y hasta que las autoridades lleguen a sus casas. También varias calles principales de la ciudad lucieron anegadas por la acumulación de agua de lluvia. La Prefectura de la provincia andina de Pichincha, cuya capital es Quito, ofreció maquinaria y ayuda al Ayuntamiento de la ciudad para apoyar las labores de rescate y eliminación de escombros.

El fuerte aguacero que cayó este lunes en la capital coincidió con una oleada de tempestades que han afectado a gran parte del país, especialmente a algunas provincias de la sierra andina y la zona costera. Según informes del ECU-911, algunas zonas de las provincias andina de Cotopaxi y costera de Los Ríos también se han visto afectadas por el desbordamiento de ríos.