La situación en la frontera de Ucrania sigue siendo “crítica”. El secretario general de la OTANJens Stoltenberg, ha aprovechado la presencia del presidente de Polonia Andrej Duda en Bruselas para advertir al Kremlin de que el despliegue de 130.000 soldados rusos en la frontera con Ucrania y en Bielorrusia ni está “justificado” ni es “transparente” y recordar que se mantendrán vigilantes. Es más, la Alianza Atlántica no solo ha aumentado su presencia militar en el flanco oriental sino que está considerando ajustar su presencia en la zona a largo plazo como medida de defensa y disuasión

“No se ha tomado ninguna decisión definitiva al respecto, pero hay un proceso en curso dentro de la OTAN”, ha confirmado. En cuanto al anuncio de Estados Unidos de enviar más tropas a Polonia, Alemania y Rumanía, el jefe del bando aliado lo ha calificado de “poderosa demostración del compromiso americano con la Alianza” aunque ha recordado “nuestros despliegues son defensivos y proporcionados” y que envían el mensaje de que “la OTAN hará lo que sea necesario para proteger y defender a todos los aliados”. 

Distrito militar

Entre ellos, a Polonia, cuyo presidente ve con suma preocupación los ejercicios militares rusos porque de perpetuarse podría significa añadir “otro distrito militar” a Rusia. “La OTAN es una alianza defensiva y nunca ha demostrado ninguno tipo de comportamiento agresivo contra Rusia. Siempre ha adoptado un postura defensiva” pero “si un aliado es atacado estaremos hombro con hombro”, ha asegurado reivindicando que en la próxima cumbre de líderes de la OTAN se celebren en paralelo reuniones con los líderes de Ucrania y Georgia, los dos países que han llamado a la puerta de la Alianza Atlántica y que Moscú exige no incorporar. 

Una petición, secundada por China, contra la que ha cargado Stoltenberg. “Es un intento de denegar a naciones soberaneadas el derecho a tomar sus decisiones. Nuestra política de puertas abiertas ha sido un éxito. Hay que respetar decisiones soberanas y no regresar a la era de esferas de influencia en las que las grandes potencias pueden decir a otros lo que pueden o no pueden hacer”, ha avisado instando a Moscú a sentarse a la mesa y dialogar.