Cuando se cumple un mes de la invasión rusa de Ucrania, lo que Moscú preveía una fugaz ofensiva para “desnazificar” el país, en palabras del presidente ruso Vladímir Putin, se ha convertido en un conflicto con miles de muertos, tres millones y medio de desplazados y un reguero de localidades bombardeadas. Un panorama de destrucción y caos. Una guerra que aterroriza a la población civil.

Sin embargo, Ucrania resiste. Nadie se atreve a pronosticar cuánto durará el asedio pero la ofensiva rusa parece estancada y ninguna de las grandes ciudades ha caído. Todo apunta a que la estrategia del ejército ruso ha fracasado. Eso puede conducir a una escalada que Occidente intenta evitar advirtiendo al Kremlin de que no caiga en la tentación de usar armas químicas y biológicas porque, de hacerlo, traerá consecuencias.

El presidente norteamericano, Joe Biden, viaja este jueves a Bruselas para abordar con los aliados de la OTAN y los miembros de la Unión Europea la respuesta al conflicto mientras el líder ucraniano, Volodímir Zelenski, prosigue su periplo diplomático para que se fuerce a Moscú a buscar una solución negociada. Este miércoles lo hizo ante el parlamento japonés y la Asamblea Nacional francesa.

De manera paralela y en un contexto donde es imposible saber qué ocurre en el interior del Kremlin se ha producido la primera disidencia interna. Anatoli Chubais, asesor de relaciones internacionales de Putin, ha dimitido de su cargo, según la agencia Tass. Fuentes citadas por Bloomberg agregan que Chubais, de 66 años e impulsor de las reformas económicas de los años 90, estaba en contra de la invasión de Ucrania y habría abandonado Rusia. De confirmarse se trataría del primer alto cargo que rompe con el Kremlin. El presidente ruso -que ha endurecido las leyes para atajar cualquier conato de disidencia- había advertido a quienes se alejaran de la doctrina oficial que serían considerados “traidores”.

Mariúpol asediada

Por lo que respecta a la situación sobre el terreno, las fuerzas ucranianas aseguran haber llevado a cabo un contraataque al norte y oeste de Kyiv y recuperado el control de Makariv. Mariúpol sigue asediada por el ejército ruso y las imágenes de satélite muestran incendios y un panorama de destrucción. La viceprimera ministra ucraniana, Irina Vereshchuk, ha considerado indispensable la evacuación de todos los civiles.

Ucrania lanza una ofensiva al norte de Kiev para recuperar zonas ocupadas por los rusos

Ucrania lanza una ofensiva al norte de Kiev para recuperar zonas ocupadas por los rusos Agencia ATLAS | REUTERS

"La ciudad no tiene infraestructuras, agua, calefacción, comunicaciones, comida, ni nada", ha denunciado en la cadena polaca TVP World. Vereshchuk ha explicado que las autoridades ucranianas intentan evacuar a entre 3.000 y 4.000 personas todos los días y que tanto la Cruz Roja como Naciones Unidas no pueden acceder a la ciudad, a pesar de los constantes llamamientos para crear corredores humanitarios seguros. 

Kiev ,objetivo prioritario de Moscú, sigue amenazada, pero las fuerzas rusas se han visto obligadas a retroceder en varios frentes, según su alcalde, Vitali Klitschko, que ha hablado de encarnizados combates en el norte y este de la capital. Irpin y Makariv, a 50 kilómetros al oeste de la capital, siguen bajo control ucraniano.

Donde hay escasos avances es en el frente diplomático. El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha acusado a Ucrania de “cambiar constantemente su posición” en las negociaciones y ha lanzado una advertencia a la Alianza Atlántica al tildar de “provocación” la propuesta polaca de desplegar fuerzas de pacificación en Ucrania. 

Por su parte, el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, considera demostrado por las pruebas obtenidas sobre el terreno que los miembros de las fuerzas rusas han cometido “crímenes de guerra” y que su responsabilidad jurídica debería dirimirse en los tribunales. "Llevamos un mes de guerra, un mes de muerte, destrucción y sufrimiento. Un mes de terror ruso contra el pueblo de Ucrania y un mes desde que el mundo democrático se levantó con fuerza para condenar a Rusia en contra de esta guerra bárbara e inmoral", ha resumido el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.