La Unión Europea tiene previsto aprobar en las próximas horas la quinta ronda de sanciones contra Rusia, que incluye por primera vez medidas contra la importación de combustibles fósiles rusos y particularmente un veto al carbón ruso. Sin embargo, los dirigentes europeos son conscientes de que las nuevas restricciones se quedan cortas. “El nuevo paquete de sanciones incluye la prohibición a las importaciones de carbón pero tarde o temprano las medidas contra el petróleo y el gas de Rusia serán necesarias”, ha reconocido el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ante el pleno del Parlamento Europeo.

“Hemos prohibido el carbón pero ahora tenemos que ver el petróleo y los ingresos de Rusia de los combustibles fósiles. Tenemos que hacer un esfuerzo, por ejemplo, para consignar una parte en una cuenta bloqueada, para limitar los ingresos de Rusia. Hay que terminar con esto y debemos hacerlo juntos”, ha añadido la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, sobre una quinta batería de restricciones que "no será la última". De momento, su aprobación formal, no obstante, tendrá que esperar unas horas más. La reunión de los embajadores permanentes de la UE ha concluido este miércoles sin acuerdo. Los Veintisiete están de acuerdo en que es necesario aprobarlo con rapidez pero hay todavía "muchas cuestiones técnicas" que requieren una vuelta de tuerca más, por lo que tratarán de realizar los ajustes necesarios para dar vía libre al paquete este jueves.

Sobre la mesa hace semanas que planea la posibilidad de bloquear las importaciones del gas y petróleo rusos, por las que la UE paga unos 1.000 millones diarios a Moscú, aunque la negativa de países como Alemania, Austria o Hungría -las sanciones tienen que aprobarse por unanimidad- ha impedido hasta ahora avanzar por ese camino. "El carbón, cuatro bancos (que ya estaban fuera de Swift), veto en puertos y fronteras (con excepciones) no es realmente un paquete de sanciones adecuado frente a las masacres descubiertas. Una respuesta débil no es sino una invitación a más atrocidades. Podría y debe ser más fuerte", ha lamentado el ministro de exteriores lituano, Gabrielius Landsbergis, sobre una quinto paquete de sanciones que le ha decepcionado porque no incluye, al menos, al petróleo ruso. "Aprecio el refuerzo del quinto paquete de sanciones pero hace falta un embargo al gas y petróleo y bloquear a todos los bancos rusos del Swift para detener a Putin. Tiempos difíciles exigen decisiones difíciles", ha valorado su homólogo ucraniano, Dmytro Kuleba.

Borrell pide más presión

“Tenemos que aumentar la presión sobre Putin y sobre Rusia” y los responsables de los crímenes de guerra “deben pagar”, ha reconocido por su parte el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell. El alto representante para la política exterior y de seguridad común ha recordado ante el pleno que la Unión Europea ha concedido hasta ahora 1.000 millones de euros a Ucrania para mejorar su capacidad de defensa y financiar la compra de armamento, entre otras cuestiones. Una financiación, ha dicho, necesaria para seguir defendiendo a Ucrania. “Hace unos días un miembro de esta Cámara me decía que hay que acabar con la guerra cuanto antes y que para eso hay que dejar de dar armas a Ucrania. Sí, hay que acabar con la guerra cuanto antes pero ¿cuando se acaba cómo se acaba?. No de cualquier manera. Nos importa cómo se acaba”, ha dicho durante su alocución. 

Porque “si esta guerra se acaba con un país destruido y dominado, un país despiezado territorialmente, con millones de exiliados y muertos. Entonces, no. No queremos que se acabe así y para eso tenemos que seguir apoyando a Ucrania, armando a Ucrania”, ha añadido avisando que lo que el presidente Volodimir Zelenski necesita con “menos aplausos y más ayuda, que le digamos menos veces que es un héroe y le demos más armas para luchar. Hemos de hacerlo más y más aprisa. Seguir presionando a Rusia y seguir armando a Ucrania. Combatir al invasor con todas las capacidades que tenemos a nuestro alcance”, ha continuado.

Y aunque la cifra de 1.000 millones de euros puede parecer abultada si se pone en contexto no lo es tanto. “Puede parecer mucho, pero es lo que pagamos a Putin cada día por la energía que nos suministra. Desde que comenzó la guerra le hemos dado 35.000 millones. Esta gigantesca diferencia debe llevar a disminuir la dependencia energética”, ha avisado. En este sentido, el veto al carbón ruso será un primer paso “pero es una pequeña parte de la factura”, ha dicho Borrell para quien por una vez geopolítica y cambio climático se han dado la mano con un objetivo objetivo: reducir la dependencia energética e impulsar el desarrollo de energías renovables.

Von der Leyen y Borrell viajarán esta semana a Kiev para reunirse con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, según ha anunciado este martes el Ejecutivo comunitario. Se trata de la primera visita que realizarán los dos responsables comunitarios a Ucrania desde que se inició la invasión rusa de Ucrania el el pasado 24 de febrero