La entrada en escena de Liz Truss, ministra de Exteriores del Reino Unido y responsable de las negociaciones post-Brexit, en sustitución de David Frost a finales del año pasado generó una cierta esperanza en las filas europeas ante la posibilidad de pisar el acelerador en la búsqueda de un acuerdo con Londres sobre los controles fronterizos y la aplicación del Protocolo de Irlanda del Norte. Seis meses después la situación sigue siendo de máxima tensión. El Reino Unido amenaza con "actuar" si la Unión Europea no muestra flexibilidad para resolver los problemas y Bruselas responde que adoptar medidas unilaterales es "simplemente inaceptable".

"Una acción unilateral, que suponga no aplicar un acuerdo internacional como el Protocolo, es simplemente inaceptable. Socavaría la confianza entre la UE y el Reino Unido y comprometería nuestro objetivo final: proteger el Acuerdo (de Paz) de Viernes Santo en todas sus dimensiones, garantizando al mismo tiempo la seguridad jurídica y la previsibilidad para los ciudadanos y las empresas de Irlanda del Norte. Esta acción unilateral también socavará las condiciones esenciales para que Irlanda del Norte siga teniendo acceso al mercado único de bienes de la UE", ha advertido el vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de las negociaciones con el Reino Unido, Maros Sefcovic, en un comunicado.

Evitar una frontera dura

Sus palabras ponen de manifiesto la desastrosa conversación mantenida este jueves con la ministra británica, que ha avanzando que Londres "no tendrá más remedio" que actuar de forma unilateral y saltarse algunas partes del protocolo norirlandés si la Unión Europea no muestra flexibilidad en su aplicación. El protocolo entró en vigor el 1 de enero de 2021 y es una parte esencial del acuerdo de retirada del Reino Unido de la UE. Su objetivo es evitar el regreso de una frontera dura a la isla de Irlanda y para ello establece cómo deben ser los controles aduaneros y sanitarios a los productos que llegan a Irlanda del Norte, que sigue siendo parte del mercado interior europeo, procedentes de Gran Bretaña.

Año y medio después de su teórica entrada en vigor, las negociaciones sobre su aplicación siguen estando dominadas por las amenazas de Londres hacia el pacto que firmó Boris Johnson y que amenazan con romper. "El protocolo de Irlanda del Norte se ha convertido en el mayor obstáculo para formar un Gobierno en Irlanda del Norte", le ha trasladado Truss, que ha dicho también que la situación actual "está causando una interrupción inaceptable en el comercio y ha creado un sistema de dos categorías en el que los ciudadanos de Irlanda del norte no reciben el mismo trato que todos los demás en el Reino Unido". La ministra británica también le ha recordado a Sefcovic la importancia de defender el Acuerdo de Viernes Santo y le ha urgido a actuar con flexibilidad para eliminar las barreras comerciales.

Propuestas de Bruselas

El político comunitario le ha respondido que Bruselas ya ha presentado propuestas que mejorarían "sustancialmente" la situación. "Recientemente, en febrero, propusimos al Gobierno del Reino Unido un ambicioso calendario de debates intensivos sobre las cuestiones prácticas pendientes planteadas por los ciudadanos y las empresas de Irlanda del Norte. Hemos dejado claro que todavía hay potencial que explorar en nuestras propuestas. Todavía estamos esperando la respuesta de la parte británica", ha afeado Sefcovic.

El Ejecutivo comunitario está convencido de que hay soluciones que pueden funcionar pero siempre y cuando no sean decisiones unilaterales porque "las acciones unilaterales también socavarán las condiciones esenciales para que Irlanda del Norte siga teniendo acceso al mercado único de bienes de la UE", ha recordado.

En Bruselas se ve con enorme preocupación la intención del Gobierno de Boris Johnson de apostar por la vía unilateral. "Necesitamos confianza y debemos recordar lo que nos une y debemos evitar la acción unilateral", ha recordado la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, durante la apertura de la asamblea parlamentaria entre la UE y el Reino Unido. "No es el momento de crear divisiones ni crisis artificiales", ha recordado la eurodiputada liberal Nathalie Loiseau.