Al menos cinco personas murieron y varias resultaron heridas este miércoles en un tiroteo ocurrido en un hospital de la ciudad estadounidense de Tulsa (Oklahoma), en el que el agresor perdió su vida, informó la Policía local. "Tenemos cuatro civiles que están muertos y tenemos un tirador que está muerto", dijo el vicedirector de la Policía de Tulsa Jonathan Brooks a los medios. Brooks especificó que las primeras investigaciones apuntan a que el agresor se disparó.

 El responsable explicó que el tiroteo se produjo en la segunda planta del edificio, situado en las instalación del Hospital Saint Francis de Tulsa.

Según aseguró el concejal del Ayuntamiento Jayme Fowler al canal CNN, el asaltante, que portaba un rifle y una pistola, estaba buscando a un médico que trabajaba en lugar, extremo que la Policía no ha confirmado. Brooks apuntó que todavía se desconoce la identidad del agresor, un hombre negro de entre 35 y 40 años, que llegó al hospital a las 16.40 hora local (21.40 GMT). Asimismo indicó que detectives están interrogando a los testigos para intentar determinar los detalles de lo sucedido.

Este nuevo suceso se produce tras un tiroteo que dejó el 24 de mayo al menos 21 personas fallecidas, 19 de ellas niños y dos adultos, en la escuela de primaria Robb de la ciudad de Uvalde, en el estado de Texas, en el sur de Estados Unidos, y otro el 14 de mayo en Buffalo, en el que un joven mató a 10 personas en una agresión racista.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió este martes que se reunirá con miembros del Congreso para tratar la cuestión del control de las armas de fuego, después de lo ocurrido en Uvalde, el tiroteo escolar más mortífero sucedido en Estados Unidos desde el de Sandy Hook, en el que murieron 27 personas, incluido el atacante, en diciembre de 2012.