El Grupo Asesor Técnico sobre la Composición de la Vacuna COVID-19 (TAG-CO-VAC) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el apoyo de su Grupo de Expertos Asesores Estratégicos (SAGE) sobre Inmunización, ha emitido dos comunicados en los que insiste en que las vacunas protegen frente a la enfermedad "grave" y "muerte" en todas las variantes.

"La prioridad sigue siendo lograr altas tasas de cobertura con la serie primaria y las dosis de refuerzo en los grupos de uso más altos y de alta prioridad en todos los países", ha dicho el organismo, para avisar de que se espera la aparición de nuevas variantes.

Además, ha informado de que se espera que la inclusión de ómicron en una composición de vacuna modificada y administrada como dosis de refuerzo amplíe la inmunidad al tiempo que conserva la protección contra enfermedades graves y la muerte.

La lista de uso de emergencia de la OMS de un producto de vacuna con una composición modificada o su aprobación por una autoridad reguladora estricta permitirá a SAGE proporcionar recomendaciones de políticas para su uso.

El objetivo principal de la vacunación contra la COVID-19 es reducir las hospitalizaciones, las enfermedades graves y las muertes, y proteger los sistemas de salud. El uso de vacunas actualmente autorizadas basadas en el virus índice (es decir, el virus que se identificó a partir de los primeros casos de COVID-19 en diciembre de 2019) confiere altos niveles de protección contra los resultados de enfermedades graves para todas las variantes, incluido ómicron con una dosis de refuerzo.

Ha habido una evolución continua y sustancial del virus desde que surgió el SARS-CoV-2 a fines de 2019, y es probable que esta evolución continúe, lo que resultará en la aparición de nuevas variantes, en particular aquellas con cambios en la proteína espiga. La trayectoria de la evolución del SARS-CoV-2 sigue siendo incierta y aún no se pueden predecir las características de las variantes futuras.

"Dadas estas incertidumbres, puede ser prudente perseguir un objetivo adicional de la vacunación contra el COVID-19 de lograr una inmunidad más amplia contra las variantes circulantes y emergentes mientras se mantiene la protección contra la enfermedad grave y la muerte", ha dicho la OMS.

Los datos disponibles indican que la inclusión de ómicron, como la variante preocupante del SARS-CoV-2 más antigénicamente distinta, en una composición de vacuna actualizada puede ser beneficiosa si se administra como una dosis de refuerzo a quienes ya han recibido una serie primaria de vacunación contra el COVID-19.

Vacuna bivalente

Por su parte, la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) ha iniciado una revisión continua de una versión de la vacuna de Moderna contra la COVID-19 adaptada para proporcionar una mejor protección contra variantes del virus.

La revisión se centra en la vacuna bivalente que está desarrollando Moderna, y que se dirige a dos cepas del SARS-CoV-2, en este caso la cepa original y la variante ómicron.

El análisis de la EMA se centrará inicialmente en los datos de los estudios de laboratorio (datos no clínicos) y en los datos sobre la química, la fabricación y los controles, que se refieren a la fabricación de la vacuna. A medida que Moderna avance en el desarrollo de su vacuna bivalente, la EMA recibirá más datos, incluidos los relativos a la respuesta inmunitaria contra la cepa original y la variante ómicron.

Al iniciar una revisión continua, la EMA podrá evaluar estos datos a medida que estén disponibles. La revisión continuará hasta que haya suficientes datos para que Moderna pueda realizar una solicitud formal de autorización.

En cualquier caso, la composición de las vacunas adaptadas a las nuevas variantes dependerá, en última instancia, de las recomendaciones de las autoridades de salud pública y de la Organización Mundial de la Salud (OMS), así como de las consideraciones de organismos reguladores como la EMA y otros miembros de la Coalición Internacional de Autoridades Reguladoras de Medicamentos (ICMRA, por sus siglas en inglés).