Alrededor de 120 niños figuran entre las más de mil víctimas mortales del terremoto de magnitud 6,1 en la escala abierta de Richter registrado el martes en el este de Afganistán, según ha indicado este viernes el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

"Al menos hay 121 niños ente el millar de muertos que ha dejado el terremoto", ha dicho el representante de UNICEF en Afganistán, Mohamed Ayoya, que ha señalado que "este terremoto ha sido otro trágico recordatorio de los desafíos que enfrenta el pueblo de Afganistán".

"Damos nuestro más sentido pésame a todos los afectados y deseamos una pronta recuperación a los heridos", ha señalado, antes de resaltar que "el número total de personas fallecidas o heridas aún no está confirmado, pero lo esperado es que las cifras aumenten a medida que sigan las operaciones de búsqueda y rescate".

Así, ha explicado que el distrito de Bermal, en la provincia de Paktika, tiene el mayor número de víctimas, al tiempo que ha subrayado que "varios miles" de viviendas han resultado destruidas o han sufrido daños. "Los niños y adolescentes son extremadamente vulnerables y corren un alto riesgo de separación familiar, angustia emocional y psicológica, abuso y explotación, y otras formas de violencia", ha alertado.

Ayoya ha hecho hincapié en que UNICEF y sus socios trabajan junto a las autoridades talibán para "dar la mejor respuesta" a los damnificados y ha confirmado que un equipo de apoyo del organismo se desplazó el miércoles sobre el terreno para "evaluar los daños y las necesidades urgentes de las poblaciones afectadas para priorizar la ayuda".

En este sentido, ha apoyado que UNICEF ha entregado medicamentos de emergencia en las provincias de Paktika y Jost, al tiempo que ha enviado 500 botiquines de primeros auxilios, así como 45 botiquines para tratar y prevenir la propagación tanto de la diarrea acuosa aguda como del cólera.

"UNICEF, en coordinación con las agencias de la ONU, sus aliados y las autoridades 'de facto', está preparando rápidamente una respuesta multisectorial que cubra necesidades de salud, agua y saneamiento, protección infantil, nutrición, educación, movilización social e incluya ayuda en efectivo", ha indicado, antes de recalcar que además "está activando redes comunitarias en las áreas afectadas y aumentará el número de proveedores de servicios de protección infantil y trabajadores sociales".

Las autoridades afganas elevaron el jueves a más de 1.100 los muertos y señalaron que otras 1.600 personas habían resultado heridas. Asimismo, el Ministerio de Gestión de Desastres de Afganistán señaló que más de mil de los heridos por el terremoto del martes se encuentran en estado crítico, por lo que no se descarta que el balance de fallecidos pueda aumentar durante las próximas horas, mientras continúan las operaciones de búsqueda y rescate.

El líder de los talibán, el mulá Hebatulá Ajundzada, hizo este miércoles un llamamiento a la comunidad internacional para que ayudara a las autoridades a atender a los damnificados, mientras que Naciones Unidas y sus agencias han empezado a movilizar recursos para hacer frente a la emergencia.

El terremoto tuvo su epicentro a unos 44 kilómetros de la ciudad de Jost, mientras que su epicentro ha estado a una profundidad de unos 51 kilómetros, revisada posteriormente a unos diez kilómetros, según los datos publicados en su página web por el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).