El líder laborista, Keir Starmer, ha subido la presión sobre Boris Johnson para que dimita ya y no espere tres meses a que su partido elija a su sustituto como pretende el todavía primer ministro. Y ha insistido en que presentará una moción de censura en el Parlamento si no se marcha de forma inmediata. Este jueves Johnson dimitió como líder de su partido pero no como primer ministro. Johnson dijo que se quedaría en el cargo hasta que los conservadores celebraran las primarias, en principio, el próximo otoño. Nombró nuevos ministros para cubrir las vacantes de los dimisionarios con nuevos ministros leales y sin peso dentro del partido y les dijo que el tiempo que le quedaba lo dedicarían a cumplir el programa electoral.

Starmer amenaza con pedir una moción de censura contra Johnson en el parlamento si no se va. “Su propio partido concluyó que no es apto para ser primer ministro", dijo Starmer tras la agónica dimisión de Johnson. "Si no se deshacen de él, entonces los laboristas defenderán el interés nacional y haremos un voto de censura porque no podemos continuar con este primer ministro aferrándose durante meses y meses”.

Buena parte del Partido Conservador es partidario de que Johnson se vaya de inmediato y se nombre a un primer ministro interino mientras dura el proceso de elección del nuevo líder. Entre ellos, el exprimer ministro conservador John Major, que dijo que mantener a Johnson en el cargo es “imprudente y puede ser insostenible”. Sin embargo, el nuevo ministro de educación, nombrado por Johnson justo antes de dimitir, James Cleverly, rechazó el razonamiento de Major.

Normas covid

“Creo que probar la capacidad de un candidato para llegar más allá de la burbuja de Westminster es increíblemente importante, así que creo que es una parte importante del proceso”, dijo. Hay que recordar que, tras la dimisión de Theresa May en 2019, las primarias que ganó Johnson se celebraron en tres semanas y fue también un mes de julio. Si Johnson perdiera la moción, estaría obligado a convocar elecciones y los conservadores tendrían que elegir a un líder de prisa. Sería una mala jugada por parte de los conservadores. Johnson haría un flaco favor a su partido.

La presión de Starmer se produce también después de que la policía comunicara que tanto él como su segunda, Angela Rayner, no se saltaron las normas del covid durante el confinamiento. Habían sido fotografiarlos bebiendo cerveza y comiendo curry y denunciados. Starmer había prometido dimitir si concluían que se saltó las normas, a diferencia de Boris Johnson, que se negó a dimitir pese a saltarse la ley. 

“La gente me decía que arriesgaba demasiado al decir que renunciaría si me multaban. Pero nunca se trató de eso. Para mí era una cuestión de principios”, dijo en relación con Johnson, que fue multado por la policía por saltarse las normas del Covid y se negó a dimitir. “No debería ser controvertido decir que quienes hacen la ley no pueden infringirla”, concluyó. Por su parte, Rayner matizó que “el contraste con el comportamiento de este primer ministro [Johnson] caído en desgracia no podría ser más claro”.

Johnson se queda solo

El lunes el grupo parlamentario conservador elegirá a sus nuevos líderes, que decidirán y comunicarán cuándo serán las primarias, en principio previstas para septiembre u octubre pero podrían avanzarse ante la presión de Starmer. El viernes se presentó el primer candidato para las primarias. Se trata de Rishi Sunak, extitular de finanzas, uno de los ministros que renunciaron el martes provocando la cascada de dimisiones que acabó con Johnson.

Otros tres diputados conservadores de menor peso político ya han expresado su intención de presentarse: el exsoldado Tom Tugendhat, la abogada general del gobierno Suella Braverman y el brexitero Steve Baker. El favorito entre los miembros ‘tories’ es el titular de defensa y capitán del ejército Ben Wallace. Una vez inscritos los candidatos cuando se fije el plazo, los diputados los irán eliminando uno a uno hasta que queden dos y estos dos competirán en las primarias, votadas por todos los miembros del partido.