El presunto asesino del ex primer ministro japonés Shinzo Abe explicó el resentimiento que sentía hacia el mandatario en una carta que envió a una persona que, al igual que él, era muy crítico con la Iglesia de la Unificación.

La policía considera que el presunto asesino, Tetsuya Yamagami, guardaba rencor hacia esta organización religiosa, a la que acusaba de la quiebra de su madre y la desestructuración de su familia, y creía erróneamente que Abe mantenía vínculos con el credo.

Antes de atacar a Abe, Yamagami, exmilitar de 41 años, envió una carta a una persona que era crítica con la Iglesia de la Unificación y que publicaba sus críticas contra la organización en un blog. En la misiva Yamagami decía que estaba "resentido" con Abe, al que describía como "uno de los simpatizantes más influyentes de la Iglesia de la Unificación en el mundo real", aunque a su vez afirmaba que el ex primer ministro no era "su enemigo original".

El presunto asesino ha dicho a la policía que las donaciones de su madre a la iglesia arruinaron a su familia, y su tío ha asegurado que estos donativos sumaron unos 100 millones de yenes (unos 715.000 euros). Yamagami marcó a Abe como objetivo después de ver un vídeo grabado en septiembre de 2021 por el exmandatario para un evento de una organización afiliada a la Iglesia de la Unificación, y ante las dificultades de acceder a alguno de los miembros de la cúpula del organismo, contra los que habría planeado atentar anteriormente.

Abe falleció el pasado 8 de julio mientras ofrecía un discurso de campaña en la ciudad de Nara (oeste) tras recibir disparos en el brazo y el corazón realizados por Yamagami, que empleó un arma de fabricación casera similar a una escopeta.