Los talibanes han anunciado este jueves la muerte de uno de sus destacados clérigos religiosos, el jeque Rahimulá Haqqani, fallecido tras un ataque bomba a una madrasa en la que impartía un seminario en Kabul, la capital de Afganistán.

Uno de los portavoces de los talibán, Bilal Karimi, ha informado en su perfil de Twitter la muerte de Haqqani, quien "ha alcanzado la posición más alta del martirio" tras sufrir el "brutal ataque de un enemigo despiadado".

La figura de Haqqani era altamente conocida en Afganistán, a pesar de que ejercía como clérigo y residía principalmente al otro lado de la frontera, en la ciudad paquistaní de Peshawar. Partidario de los talibán, se había mostrado en contra de Estado Islámico Provincia de Jorasán, la filial afgana de ese grupo terrorista.

En una reciente entrevista para la británica BBC, Haqqani dijo ser partidario de permitir el acceso a la educación de mujeres y niñas, en contra así de la idea talibán y que tantas críticas ha suscitado por parte de la comunidad internacional.

Para el clérigo, que emitió un decreto religioso para permitir este acceso a los centros escolares de mujeres y niñas, "no hay justificación en la ley islámica para decir que la educación femenina no está permitida".

"No hay justificación en absoluto. Todos los libros religiosos han declarado que la educación femenina es permisible y obligatoria porque, por ejemplo, si una mujer se enferma, en un entorno islámico como Afganistán o Pakistán, y necesita tratamiento, es mucho mejor si la trata una doctora", ha argumentado.

Por el momento se desconoce la autoría del ataque. Desde que los talibán se hicieran con el control de Afganistán en agosto de 2021, se han registrado varios atentados contra las nuevas autoridades fundamentalistas del país. El último tuvo de ellos tuvo lugar en Kabul en junio, sin que se haya sabido quién estaba detrás.

El grupo terrorista Estado Islámico viene siendo uno de los principales responsables de estos ataques, así como la milicia del Frente de Resistencia Nacional (FRN), que un mes después de la toma de Kabul hizo un llamamiento a las armas y combatir a los talibán, en especial en Panjshir, en el norte del país.