Hace solo un mes que la líder de Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, se puso al frente del Gobierno de Italia y las grietas de la política de asilo inmigración han vuelto a hacerse visibles. Hasta el punto de que la Comisión Europea se ha visto obligada a diseñar con urgencia un nuevo plan de acción, con una veintena de medidas, para evitar la repetición de nuevos casos como el del Ocean Viking, el barco de la organización SOS Méditerranée que hace unas semanas tuvo que desembarcar a los 230 inmigrantes rescatados en un puerto francés tras la negativa de Italia a darle acceso al puerto más cercano. 

“Los últimos acontecimientos confirman que la situación no es sostenible”, ha admitido este lunes la comisaria de interior, Ylva Johannson, sobre una ruta del Mediterráneo central que ha registrado un aumento de las llegadas irregulares del 50% -hasta las 90.000 personas- respecto al año 2021. Sobre todo esto hablarán los ministros de interior de la Unión Europea este próximo viernes 25 de noviembre en un consejo de ministros extraordinario convocado por la presidencia checa de la UE para calmar los ánimos, tras el pulso vivido entre París y Roma, y al que Bruselas aportará su nuevo plan de acción con el que aspira a acelerar la reubicación de solicitantes de asilo y acelerar las repatriaciones

El documento, que ahonda en propuestas ya planteadas en el pasado en el marco del Pacto de asilo e inmigración que sigue bloqueado, y pone el foco en tres pilares: cooperar más con los países de origen y tránsito, mejorar la coordinación de todos los actores involucrados en las operaciones de salvamento y rescate y agilizar y acelerar las devoluciones de las personas que no tienen derecho a permanecer en la UE. Según Bruselas, el grueso de las personas que llegan a través de esta ruta, con punto de partida en Libia, proceden de EgiptoTúnez Bangladesh y no cumplen los requisitos para acogerse al asilo. 

Papel de embarcaciones privadas

“Una mayoría significativa de quienes llegan no están en necesidad de protección internacional. Este año han llegado 11.000 bangladesíes a través de Libia. No es la forma de llegar a la UE. Tiene que hacerse de forma ordenada y no a través de esta vía tan peligrosa”, ha recordado la comisaria que también ha recordado que los Estados miembros, según la ley del mar y sin importar las circunstancias, están obligados a prestar ayuda. “Es siempre la primera obligación”, ha dicho la sueca. Johansson ha avisado, no obstante, que cuando la legislación se adoptó la situación era distinta y que hay que discutir con la organización marítima internacional sobre el papel de las embarcaciones privadas que participan en operaciones de salvamento.

En materia de cooperación con terceros países y organizaciones internacionales, el plan de acción contempla una docena de iniciativas para mejorar la cooperación y prevenir salidas irregulares, desarrollar y aplicar un nuevo programa regional de lucha contra el tráfico ilícito de inmigrantes y la trata de seres humanos en el norte de África además de intensificar la cooperación de Frontex con la misión de UE en Libia y con Niger, coordinar las gestiones diplomáticas conjuntas ante los terceros países a los que deben ser devueltos los inmigrantes irregulares y poner en marcha con rapidez operaciones de retorno específicas. 

Además, plantea evaluaciones específicas sobre la situación en el Mediterráneo central, para determinar las necesidades de apoyo reforzado mediante operaciones conjuntas, vigilancia aérea y marítima, desarrollo de capacidades y conocimiento de la situación de los Estados miembros en las fronteras exteriores, promover el diálogo entre los Estados ribereños del Mediterráneo y en la Organización Marítima Internacional y reforzar la aplicación del mecanismo de solidaridad acordado en junio y por el que una serie de países, incluida Francia, se comprometieron a reubicar 8.000 personas. Hasta el momento, según ha admitido Johansson, solo se han reubicado un centenar. "El ejercicio está en marcha pero hace falta acelerar", ha admitido la comisaria.