Impacto regional

Latinoamérica repudia el intento golpista en Brasil

Tanto los Gobiernos de corte progresista como los más inclinados hacia el centro condenaron el accionar de la ultraderecha bolsonarista

Protestas en Brasilia contra el presidente electo, Lula da Silva.

Protestas en Brasilia contra el presidente electo, Lula da Silva. / Reuters

Abel Gilbert

La intentona de la ultraderecha brasileña de tomar la sede de los tres poderes del Estado provocó estupor a lo largo de Latinoamérica. Los Gobiernos de signo progresista, cercanos al presidente Luiz Inacio Lula da Silva, así como líderes moderados de la región repudiaron casi al unísono la aventura golpista.

"Reprobable y antidemocrático el intento golpista de los conservadores de Brasil azuzados por la cúpula del poder oligárquico, sus voceros y fanáticos. Lula no está solo, cuenta con el apoyo de las fuerzas progresistas de su país, de México, del continente americano y del mundo", dijo Andrés Manuel López Obrador.

 "Toda mi solidaridad a Lula y al pueblo del Brasil. El fascismo decide dar un golpe. Las derechas no han podido mantener el pacto de la no violencia", sostuvo el líder colombiano, Gustavo Petro, quien reclamó una reunión “urgente” de la Organización de Estados Americanos (OEA) para abordar lo sucedido. 

"Impresentable ataque a los tres poderes del Estado Brasilero por parte de bolsonaristas", dijo desde Chile, Gabriel Boric. "El Gobierno de Brasil cuenta con todo nuestro respaldo frente a este cobarde y vil ataque a la democracia".

Desde Caracas, Nicolás Maduro, rechazó también "la violencia generada por los grupos neofascistas de Bolsonaro que han asaltado las instituciones democráticas del Brasil".

Miles de seguidores de Bolsonaro asaltan con violencia las sedes de los tres poderes del Estado en Brasil

Agencia ATLAS / Foto: Reuters

Discursos de odio

Para la vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner "las imágenes de hoy en Brasilia replican con exactitud las del Capitolio de Washington". Y eso, añadió, "no es casual". A su criterio, se trata de "un fenómeno que, más allá de la existencia de organizadores, financiadores y responsables (que siempre los hay) captura a segmentos de la población (inclusive algunos en contra de sus propios intereses económicos) para jaquear la democracia". Fernández de Kirchner expresó su confianza "en la experiencia de Lula para afrontar este verdadero desafío" político e institucional. "Los discursos del odio en medios de comunicación y redes sociales, la estigmatización del que no piensa igual, hasta querer inclusive suprimir su vida y la violencia son el signo contemporáneo de las nuevas derechas. No basta con el imprescindible repudio o la necesaria condena".

Bolivia, Uruguay y Perú

"Los fascistas siempre buscarán tomar por la fuerza lo que no lograron en las urnas. Nuestra solidaridad con el pueblo brasileño y el presidente Lula", se pronunció su colega boliviano, Luis Arce.

"Lamentamos y condenamos las acciones llevadas a cabo en Brasil que atentan contra la democracia y las instituciones", señaló, en tanto, el mandatario uruguayo, Luis Lacalle.

Por su parte, la mandataria interina de Perú, Dina Boluarte, lamentó la "embestida intolerante de quienes buscan imponer su visión política, sin respetar la ley y las instituciones democráticas".