Un ataque terrorista en Burkina Faso se salda con 51 militares muertos

Al menos 51 soldados murieron el pasado viernes en el norte de Burkina Faso en un ataque yihadista a una unidad del Ejército, que respondió con una ofensiva aérea, según informaron las Fuerzas Armadas burkinesas, que en un principio cifraron en ocho los uniformados fallecidos. "Al cierre de la jornada del lunes 20 de febrero de 2023 se encontraron 43 nuevos cadáveres, estableciéndose la cifra provisional en 51 soldados caídos", afirmó el Ejército en un comunicado emitido a última hora del lunes. "Las operaciones continúan con una intensificación de las acciones aéreas que ha permitido la neutralización de un centenar de terroristas y la destrucción de sus equipos. Esta cifra se suma a los sesenta terroristas neutralizados desde el inicio de la respuesta", agregó la nota oficial.

El Ejército emitió ese comunicado después de publicar otro horas antes en el que señalaba que 60 yihadistas habían sido abatidos el pasado viernes en una ofensiva aérea, tras una emboscada de hombres armados contra una unidad militar en la que murieron ocho soldados. "Siete vehículos armados y decenas de motocicletas también fueron destruidos por los dispositivos aéreos de las Fuerzas Armadas Nacionales", precisó el documento. El incidente tuvo lugar en la provincia de Oudalan, en la región del Sahel (norte).

Tras conocerse la cifra de soldados muertos, el presidente de transición de Burkina Faso, capitán Ibrahim Traoré, trasladó la "compasión de toda la nación" al Ejército y a las "familias de las víctimas". "La lucha es dura, el combate sembrado de emboscadas, pero nuestro arrebato patriótico y nuestra determinación permanecen intactos hasta la victoria final", añadió Traoré en un comunicado.

Burkina Faso sufre frecuentes atentados yihadistas desde abril de 2015, perpetrados por grupos ligados tanto a Al Qaeda como al Estado Islámico, sobre todo en el norte del país. El país encajó dos golpes de Estado en 2022: uno el 24 de enero, dirigido por el teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba, y otro el 30 de septiembre cometido por el capitán Ibrahim Traoré. La toma del poder por los militares tuvo lugar en ambas ocasiones tras el descontento entre la población y el Ejército por los ataques yihadistas, que han forzado el desplazamiento de cerca de 1,9 millones de personas, según los datos del Gobierno.