Guerra en Ucrania

La OIEA alerta sobre el aumento de combates cerca de la central nuclear de Zaporiyia

El director del organismo se desplaza hasta la planta, con la vista puesta en alcanzar un acuerdo entre Kiev y Moscú que evite un accidente

Una imagen de archivo de la central nuclear de Zaporiyia, en Ucrania.

Una imagen de archivo de la central nuclear de Zaporiyia, en Ucrania. / EP

Irene Savio

Rafael Grossi, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), ha efectuado este miércoles un delicado viaje a la central nuclear de Zaporiyia —ubicada en el sureste de Ucrania y controlada por Moscú casi desde el inicio de la invasión rusa del año pasado—, donde ha vuelto a alertar sobre la intensificación de los combates en la zona. En este alarmante escenario, el funcionario argentino también ha reiterado que "está intentado" alcanzar un acuerdo "para evitar una catástrofe".

La central, de hecho, suscita especial preocupación porque desde hace varios meses ambos bandos, tanto los ucranianos como los rusos, se acusan recíprocamente de los ataques en sus alrededores y contra la propia estructura, que también ha sido alcanzada por disparos en alguna ocasión. "Estoy intentando preparar y proponer medidas realistas que sean aprobadas por ambas partes", ha explicado Grossi, según información recogidas por agencias.

De igual manera, el viaje de funcionario también llega después de que durante meses la OIEA haya intentado establecer una zona de seguridad en torno a la central para alejar el peligro de un accidente, como él mismo también explicó en diciembre en una entrevista con El Periódico de Catalunya, del grupo Prensa Ibérica. Sin embargo, todos estos intentos han fracasado hasta la fecha. 

Central en peligro

De hecho, este lunes, Grossi se reunió nuevamente con el presidente ucranianoVolodímir Zelenski, y durante el encuentro uno de los principales temas de conversación fueron las precarias condiciones de la central de Zaporiyia, que en más de una ocasión ha tenido que usar sus generadores diésel de emergencia.

La razón, como explicó Grossi según información recogida por la agencia de noticias estadounidense AP —que tuvo acceso exclusivo a la reunión entre los dos— es que la situación de la estructura es particularmente alarmante por la militarización de las zonas adyacentes, así como un reciente apagón que sufrió la estructura. Esto último es motivo de inquietud porque lo que también está en riesgo es la capacidad de enfriamiento de los reactores.

Con esto como telón de fondo, Grossi viajó a la central de Zaporiyia en un convoy escoltado por agentes de seguridad y la policía militar rusa en vehículos blindados Tigr, según ha publicado la agencia rusa TASS. De igual manera, parte de la delegación de la OIEA que viajó a Zaporiyia también estuvo integrada por tres técnicos de Eslovaquia, Francia y Japón que se quedarán en estas instalaciones por los próximos dos meses, ya que son el relevo de sus colegas que han sido parte de la anterior misión.