Investigación judicial

Bolsonaro elude toda responsabilidad en la intentona golpista del 8 de enero en Brasil

Esta es la segunda vez que el excapitán debe comparecer ante investigadores desde que regresó a Brasil después haber estado casi tres meses en Estados Unidos

Jair Bolsonaro.

Jair Bolsonaro. / Archivo

Abel Gilbert

El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro hizo este miércoles malabares frente a la Policía Federal (PF) para descartar cualquier responsabilidad en los ataques de sus seguidores contra los tres poderes del Estado en Brasilia, el pasado 8 de enero. Las tres horas de interrogatorio fueron resumidas por su abogado Paulo Cunha Bueno en una sola y autoindulgente explicación: el excapitán del Ejército, investigado por la justicia en calidad de autor intelectual del 8E que estremeció a Brasil, dijo a través de su letrado que publicó por error en Facebook el vídeo de un ultraderechista que ponía en dudas la transparencia del sistema electoral, pocas horas después de fracasada la tentativa golpista.

Bolsonaro, dijo también su abogado, subió a su cuenta de la red social esas imágenes con textos incendiarios, propios de sus declaraciones previas a la contienda en la que fue derrotado por Luiz Inácio Lula da Silva, cuando, en rigor, quería enviarlas a su archivo de WhatsApp para verlo más tarde. Ese video sugería que la victoria de Lula no habría sido posible sin los servicios del Tribunal Superior Electoral (TSE) y el Supremo Tribunal Federal (STF).

De acuerdo con los medios brasileños, los investigadores querían además escuchar las explicaciones de Bolsonaro sobre su posible participación en la llamada "minuta del golpe", un documento encontrado en la casa del exministro de Justicia de su gobierno Anderson Torres, quien en enero pasado se desempeñaba nada menos que como secretario de Seguridad de Brasilia. El material fue incautado por la Policía Federal durante las investigaciones posteriores al 8E. Torres se encuentra abajo arresto. Su defensa pidió la detención domiciliaria por problemas psiquiátricos.

Alexandre de Moraes, ministro del STF, ordenó la presencia de Bolsonaro en la sede policial tras una solicitud presentada por la Fiscalía General, y pocas horas después de que el máximo tribunal decidiera la apertura de procesos penales contra 100 de los 1.390 bolsonaristas que han sido involucrados en los ataques. Se los acusa de violentar el Estado de derecho y formar parte de una banda criminal.

Otras causas

Esta es la segunda vez que el excapitán debe comparecer ante investigadores desde que regresó a Brasil después haber estado casi tres meses en Estados Unidos. El pasado 5 de abril, Bolsonaro fue interrogado por el escándalo de las joyas saudíes que intentó convertir en patrimonio personal. Se espera a su vez que el expresidente responda sobre su inacción ante los campamentos golpistas instalados frente a los cuarteles generales del Ejército en varias ciudades brasileñas mientras gobernaba y hasta el mismo 8E. Además, la Fiscalía electoral ha pedido su inhabilitación por ocho años para ocupar cargos electos al considerar que abusó de su poder como mandatario al poner en duda la transparencia del sistema electoral.

En este contexto, el Congreso ha creado una comisión investigadora (CPI) de los sucesos golpistas, pero con la participación gravitante de la ultraderecha. Para Ranier Bragon, columnista del diario paulista 'Folha', aunque Bolsonaro ya no es presidente, "su legado sigue vivo", como lo prueban la propia CPI, donde se pretende "plantear la tesis descarada de que no fueron ellos los que obstruyeron el cuartel general del Ejército con golpistas después de años de meticulosa prédica antidemocrática, ni los movieron hacia el golpe. Habría un sujeto oculto detrás de la trama, y mira, es el actual Gobierno". El bolsonarismo se prepara para dar batallas en todos los frentes. Kassio Nunes Marques, quien llegó al STF en 2020, de la mano del entonces presidente, también minimizó este miércoles el carácter golpista del campamento montado frente a la sede del Ejército en Brasilia.