Servicios secretos

El primoroso manual del buen espía inglés

El gobierno británico levanta el secreto sobre un viejo método de instrucción del servicio de inteligencia MI5

Portada y una ilustración del manual Observation que el MI5 editó en la II Guerra Mundial

Portada y una ilustración del manual Observation que el MI5 editó en la II Guerra Mundial / UK National Archives

Juan José Fernández

Juan José Fernández

Si anda usted siguiendo a un sospechoso en la calle, mejor hágalo por la acera de enfrente. Y si le diera por doblar una esquina, gire acortando camino, pero con suficiente distancia, no sea que al sujeto le dé por darse la vuelta.

Más que una norma de manual parece una cuestión de sentido común, pero para el buen espía no estaba de más antiguamente, como no lo está ahora, tener en cuenta ciertas reglas básicas. Son las que recoge un librillo de 20 páginas, en papel ya amarillento, escrito con textos breves e ilustrado con inocentes viñetas de tebeo. De hecho servía como manual del servicio de inteligencia interior británico, el MI5, para sus novatos.

Se clasificó con la clave Kv/76, y su autor lo tituló lacónicamente: Observation. Hace 80 años fue una guía para seguimientos y vigilancias en la calle, en medios de transporte o en locales públicos. Hoy es uno de los más curiosos secretos desclasificados por el gobierno de Reino Unido.

En un presente en que los estados pescan información con inteligencia artificial y software espía, la lectura del Kv/76 resulta chocante, un viaje a un pasado de primoroso lenguaje burocrático. Y, sin embargo, muchos consejos ranciamente impresos en sus páginas “son cosillas que te enseñan en cursos de formación, aunque hoy actualizadas”, comenta tras leer el prontuario un policía nacional del área de Información.

Nacer para espiar

"Después de muchos años de experiencia en la vigilancia y seguimiento, el autor está obligado a la conclusión de que el espía ideal nace y no se hace, y a menos que tenga un don natural para el trabajo, nunca superará un nivel mediocre", advierte el folleto en su introducción.

Si el perseguido dobla la esquina... ilustración e introducción de Observation, el folleto de instrucción del MI5

Si el perseguido dobla la esquina... ilustración e introducción de Observation, el folleto de instrucción del MI5 / UK National Archives

Por sus páginas desfilan frases alejadas del tecnocrático y gélido estilo de la formación de las fuerzas de seguridad de hoy. El eufemismo “vigilante” y “observación”, por ejemplo, ayudan al autor a eludir en el texto las palabras, por entonces demasiado gruesas, “espía” y “espionaje”. No sería delicado autodefinirse así en el Reino Unido de los años 40 del siglo pasado. Pero la realidad en que se usó el manual tiene más de dramático que de refinado: los peores ataques sufridos por Londres.

Los National Archives de Reino Unido abrieron este documento al público el 14 de enero, en virtud de una legislación sobre secretos oficiales mucho más abierta que la que en España continúa tapando bajo siete llaves asuntos de la misma época. El archivo británico certifica que el KV1/76 se editó durante la II Guerra Mundial, y se entregó una copia a toda la plantilla del MI5, no solo a los novatos. En aquel momento, la inteligencia interior británica estaba necesitada de colaboración: se habían multiplicado los objetivos a los que “observar” -hoy diríamos espiar- para prevenir actos de traición.

No parecer un poli

No vale cualquiera para eso. Dice Observation que, el vigilante ideal, mejor si mide “no más de cinco pies y ocho pulgadas”, o sea, alrededor de 1,70 “luciendo lo más diferente posible de un policía”.

Le conviene además pasar desapercibido con la vestimenta, lo cual lo enseña con este estilo el instructor: “El observador debe adaptarse a la localización en la que se le pide que lleve a cabo la vigilancia: por ejemplo, debe llevar ropa vieja, gorra, bufanda, etc, en los barrios pobres, e ir mejor vestido en el West End, donde frecuentemente tendrá que entrar en hoteles…”

De la misma manera, desaconseja pasarse con el camuflaje: “El uso de disfraz facial no es recomendable. Puede que se considere esencial en las películas de espías, pero en la práctica es deplorable. Un mostacho falso o barba es fácilmente detectable, especialmente bajo las luces de un restaurante, un pub o un vagón de metro”.

Llevar mostacho o barba postiza "puede que se considere esencial en las películas de espías, pero en la práctica es deplorable", aconseja el folleto del MI5

Una virtud le será más útil al buen espía inglés... entonces como hoy: “Cientos de hombres han sido entrevistados como posibles aprendices, pero muchos no han sido aceptados -dice el folleto- por la razón de que cuando se les pone a prueba se descubre que carecen de la cualificación esencial, a saber, la paciencia, y habría sido injusto contratarlos”.

Con el mismo espíritu, el autor del KV 1/76 se siente en la obligación de disuadir a osados y vagos: “La Observación es una muy onerosa y exigente profesión. Los detectives de las películas de suspense atraen a los no iniciados, pero en la práctica real hay poco glamour y mucha monotonía. Un observador con éxito es una rareza, y aunque muchos son los llamados, pocos son los elegidos”.

A 27 metros

Abundan en las páginas consejos de perogrullo, como, si se ha de vigilar una casa, no colocarse a la vista de las ventanas, y otros menos evidentes, como los 27 metros que guardar de distancia en un seguimiento callejero, o notar que el sospechoso sospecha a su vez si, de repente, se monta o baja del vagón del metro “justo antes de que cierren las puertas”.

Se añade además algún consejo de contraviligancia, si bien algo fatigoso. Si el espía se siente espiado por el sospechoso, “salga de casa, ande alrededor de una manzana, vuelva a su casa, salga otra vez y camine en otra dirección diferente de la ruta más utilizada...”

Al final, el prontuario del espía dedicado a seguir a sospechosos concluye llamando a la humildad: “No subestime a la persona a la que está siguiendo. A menudo las apariencias simples son engañosas”, aconseja. Y remacha las advertencias del inicio: “La observación no se puede aprender en libros de texto o lecturas. Un duro entrenamiento práctico en la calle es el único camino para sacar a relucir las actitudes de un hombre en este trabajo, y generalmente es un proceso largo...”

Tracking Pixel Contents