Starmer busca un pacto de seguridad con la UE y urge a los países europeos de la OTAN a aumentar el gasto militar

La voluntad de acercamiento del primer ministro británico, Keir Starmer, a la Unión Europea (UE) se ha escenificado este lunes en su visita a Bruselas, la primera de un líder británico desde el Brexit. Una visita que se ha centrado en la necesidad de aumentar el gasto en defensa y de reforzar la seguridad entre el Reino Unido y la UE en un momento de inestabilidad global. Starmer ha urgido a los miembros europeos de la OTAN a "dar un paso al frente" para garantizar la seguridad de Ucrania ante la invasión de Rusia y se ha mostrado favorable a cerrar cuanto antes un acuerdo con Bruselas que permita mejorar la movilidad de tropas en Europa y que garantice la protección de infraestructuras críticas. 

"En toda Europa debemos asumir ahora una mayor parte de la carga, porque es nuestra responsabilidad", ha dicho Starmer en una rueda de prensa junto al secretario general de la OTAN, Mark Rutte. "Queremos establecer una ambiciosa colaboración en materia de seguridad entre el Reino Unido y la UE y profundizar en nuestra colaboración industrial para aumentar la producción de defensa. No podemos ser comentaristas cuando se trata de asuntos de paz en nuestro continente", ha añadido el 'premier' británico, quien ha recordado que su país ha aumentado el gasto en defensa hasta el 2,3% del PIB y que va en camino de alcanzar el 2,5%. 

Rutte, por su parte, ha alertado de que el mundo es un lugar "cada vez más peligroso" y ha insistido en que para prevenir la guerra "hay que gastar más" en defensa y aumentar la producción. "El año pasado los aliados de la OTAN –sin contar Estados Unidos– gastaron un 18% más en defensa que en el año anterior. Esto significa que hay más dinero disponible para la industria de defensa y tenemos que comprar en todas partes. Estados Unidos tiene que aumentar la producción, así como Noruega, el Reino Unido y la Unión Europea, incluida Italia, España y Francia", ha asegurado el secretario general de la Alianza.   

Imagen de unidad

Los principales líderes europeos han tratado de dar una imagen de unidad a pesar de la incertidumbre provocada por la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump, quien ha exigido a los países de la OTAN un gasto del 5% de su PIB en defensa. Un objetivo que queda muy lejos del pretendido por los principales países miembros. Rutte ha intentado disipar cualquier duda sobre el compromiso de Trump con la Alianza y ha descartado que su amenaza de arrebatar el control de Groenlandia a Dinamarca, país aliado, ponga en riesgo la continuidad de la organización. "La idea de una hipotética OTAN sin Estados Unidos es un pensamiento estúpido. No funcionaría por muchos motivos", ha afirmado Rutte en rueda de prensa.  

Tanto Starmer como Rutte han recalcado que el conflicto entre Ucrania y Rusia va mucho más allá de estos dos países y han insistido en que se trata de una cuestión geopolítica en la que están implicados otros agentes, como China, Corea del Norte e Irán. "Ucrania debe prevalecer, no sólo por su propio bien, sino también por el impacto geopolítico. La OTAN es colectivamente 20 veces mayor que la economía rusa. Somos capaces de proteger nuestro territorio, incluido Estados Unidos, que también está bajo la amenaza de los misiles nucleares de largo alcance de Corea del Norte", ha dicho el secretario general de la OTAN. "Lo mejor que podemos hacer es mantenernos unidos y sé que el mismo pensamiento sigue prevaleciendo en Estados Unidos, también en la Casa Blanca", ha sentenciado.