Masacre en el país árabe

El Gobierno de Siria crea una comisión independiente para investigar las últimas muertes de civiles alauitas

El nuevo presidente de Siria apela a la unidad nacional tras el fallecimiento de más de 825 civiles, muchos de ellos a sangre fría a manos de milicianos progubernamentales, durante los enfrentamientos entre saboteadores leales a Asad y fuerzas gubernamentales

El presidente interino de Siria, Ahmed al Sharaa.

El presidente interino de Siria, Ahmed al Sharaa. / GIUSEPPE LAMI / EFE

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Damasco

La presidencia de Siria ha anunciado este domingo la formación de una comisión independiente para investigar las muertes de centenares de civiles alauitas a manos de milicianos próximos al nuevo Gobierno del país. El presidente interino de Siria, Ahmed al Sharaa, ha calificado este domingo la ola de violencia desatada en las zonas costeras del país como "un desafío esperado", y ha apelado a la "unidad nacional", después de que las fuerzas de seguridad de Damasco hayan matado a más de 825 civiles en cuatro días de campaña militar.

"Quiero que estéis tranquilos por la situación en este país. Lo que está pasando en el país son desafíos esperados. Tenemos que proteger la unidad nacional y la paz civil", dijo Al Sharaa en un discurso ofrecido en una mezquita de Damasco y reproducido por medios sirios como la televisión SyriaTV, afiliada a las nuevas autoridades. Al Sharaa, que encabezó la coalición islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS) --que lideró el derrocamiento del régimen del presidente Bashar el Asad el pasado 8 de diciembre-- aseguró que todos los sirios pueden "vivir juntos" y que "no hay que temer por Siria".

El presidente interino hizo estas declaraciones en un momento en el que las fuerzas de la nueva Administración de Damasco están llevando a cabo una campaña de represión en las zonas de la costa mediterránea de Siria en las que predomina la minoría alauita, la rama del islam chií que profesa el clan de Asad.

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, al menos 745 civiles alauitas han sido asesinados "a sangre fría", muchos de ellos ejecutados en una "masacre sectaria", a manos de las fuerzas de seguridad en las provincias costeras de Latakia y Tartús --bastiones alauitas-- y las centrales Hama y Homs.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha dicho este domingo que está recibiendo información de Siria sobre ejecuciones sumarias con trasfondo sectario y cometidas por elementos asociados con el anterior Gobierno, pero también miembros de las fuerzas de seguridad de las autoridades interinas actuales y personas no identificadas.

Las informaciones más graves dan cuenta de que familias enteras, incluidas mujeres, niños y combatientes fuera de combate han sido asesinados, sostuvo el organismo en una declaración emitida en Ginebra.

"Los anuncios de las autoridades interinas sobre su intención de respetar la ley deben ir seguidos de medidas rápidas para proteger a los sirios", incluidas las que puedan impedir violaciones y abusos, "y lograr que se rindan cuentas cuando se produzcan", indicó por su parte el alto comisionado para Derechos Humanos, Volker Türk.

Ataque de leales a Asad

La violencia se desató el jueves, después de que insurgentes alauitas leales a Asad lanzaran un ataque contra las fuerzas de seguridad en Latakia, lo que desencadenó una campaña de represalia por parte de Damasco y la mayor ola de violencia en Siria desde el derrocamiento del expresidente.

En los últimos días, el Observatorio y otros grupos de activistas han verificado una gran cantidad de vídeos de ejecuciones sumarias, disparos a quemarropa, torturas y maltratos por parte de las fuerzas de seguridad y otros grupos afiliados contra civiles desarmados en estas zonas del oeste de Siria.

La violencia ha provocado también la muerte de 125 miembros de las fuerzas de seguridad y de 148 combatientes leales a Asad, por lo que la cifra total de fallecidos en los últimos cuatro días asciende a 1.018, de acuerdo con el recuento de la oenegé, que alertó de que el número de víctimas puede ser muy superior.

La nueva Administración siria no ha reconocido explícitamente estos actos, aunque sí ha afirmado que tomará medidas legales y hará rendir cuentas contra todo aquel que haya cometido "excesos" o "actos de venganza" contra la población civil durante las operaciones militares dirigidas a apagar los focos de insurgencia de los grupos pro Al Asad.

Las nuevas fuerzas sirias están mayoritariamente compuestas por excombatientes HTS, agrupación heredera del antiguo Frente Al Nusra, la exfilial de Al Qaeda en Siria.

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