Crisis militar en Cachemira

La India lanza una ola de ataques aéreos contra Pakistán, que lo califica de "acto de guerra"

Este martes el país había anunciado que iba a "cortar el agua" de los ríos que nacen en su territorio y que pasan por Pakistán

El Reino Unido firma un ansiado acuerdo comercial con la India en plena guerra arancelaria de Trump

Militares en la ciudad india de Srinagar, en el estado de Jammu y Cachemira

Militares en la ciudad india de Srinagar, en el estado de Jammu y Cachemira / Saqib Majeed/SOPA Images via ZUM / DPA

Adrián Foncillas

Adrián Foncillas

Pekín

La India lanzó ayer una ráfaga de ataques aéreos contra Pakistán que ha dejado decenas de muertos en las zonas que controla en Cachemira, una agresión que Islamabad ha calificado como un "acto de guerra" que merecerá la respuesta más vigorosa. Viven India y Pakistán, dos potencias nucleares con inflamados nacionalismos y pleitos históricos, semanas convulsas y sin final a la vista desde el ataque terrorista del mes pasado en Pahalgam, la Cachemira en manos indias, en el que se asesinó a más de dos docenas de civiles, la mayoría de ellos turistas.

Al menos 31 personas, niños y mujeres entre ellos, han muerto y una cincuentena han resultado heridas en los bombardeos matutinos de 25 minutos de las fuerzas aéreas indias. A estos se suman 12 muertos en suelo indio, según informa AFP. Nueva Delhi ha definido su "Operación Sindoor" como "ataques de precisión" contra presuntas bases de los grupos terroristas Lashkar-e-Tayyiba y Jaish-e-Mohammed en los territorios de Jammu y Cachemira, en la región del Himalaya, mayoritariamente musulmana y reclamada por ambos países. "Se ha hecho justicia. ¡Victoria para la India!", ha clamado el Ejército en las redes sociales. El Gobierno del primer ministro indio Narendra Modi ha calificado los ataques de "concentrados, mesurados y sin intención de escalar la tensión" y subraya que no afectaron a centros civiles, económicos ni militares.

Pakistán lo niega. Los bombardeos han matado civiles y destrozado mezquitas en zonas con alta densidad de población del Punjab en lo que califica como la operación más sangrienta en su territorio desde la guerra de 1971. Añade Islamabad que ha abatido cinco cazas y un dron indios en defensa propia, aunque no aclara cómo ni dónde. Serían un caza SU-30, un MiG-29 y tres Rafales. Los últimos son las joyas más preciadas de las Fuerzas Aéreas indias, sofisticados y carísimos cazas comprados recientemente a Francia. India no ha confirmado ninguna baja entre su flota aérea.

Pakistán autoriza una respuesta bélica

El primer ministro paquistaní, Shehbaz Sharif, ha afirmado hoy que "el deshonesto enemigo ha ejecutado cinco ataques cobardes en cinco localizaciones del país". "Pakistán tiene todo el derecho a dar una respuesta poderosa a este acto de guerra de India y de hecho esa respuesta ya se está produciendo", ha añadido.

Las tensiones vecinales regresaron con el ataque terrorista que dejó 26 muertos en Pahalgam, un célebre enclave turístico en la Cachemira administrada por India, dos semanas atrás. La masacre consternó al país. Modi culpó a los grupúsculos integristas que gozan del apoyo de Islamabad y prometió a su electorado más nacionalista que ese baño de sangre no quedaría impune. Pakistán ha negado su participación en los hechos.

Crece la tensión

El cuadro se deteriora sin remedio. Nueva Delhi e Islamabad, entre otras medidas, han dejado de expedir visados a los ciudadanos contrarios. El miércoles intercambiaron de nuevo disparos en la frontera oficiosa de Cachemira. India ha ordenado la evacuación en las zonas más peligrosas y ofrecido alojamiento, comida y medicinas a los afectados. Días atrás suspendió un relevante tratado sobre agua firmado con Islamabad en 1960 y amenazó con cortar el caudal hacia Pakistán, una modificación unilateral del flujo que Islamabad calificó de "acto de guerra". Este país ha cerrado parte de su espacio aéreo por seguridad ante los ataques indios y varias aerolíneas internacionales han modificado ya sus rutas. También varios aeropuertos indios cercanos a la frontera han cerrado de forma temporal.

Las cancillerías globales ven inquietud el regreso de este viejo conflicto asiático, arrastrado desde la independencia del Reino Unido más de siete décadas atrás, cuando la diplomacia no ha podido aún solucionar los de Ucrania y Gaza. El secretario de las Naciones Unidas, António Guterres, ha mostrado su "preocupación" por los bombardeos indios en los terrenos fronterizos. "El mundo no puede permitirse una confrontación militar entre India y Pakistán", ha advertido. También Estados Unidos ha cargado contra Nueva Delhi. Para su presidente, Donald Trump, la operación india es "vergonzosa" y espera que "acabe muy pronto". Desde China, Japón y los Emiratos Árabes Unidos han llegado durante la jornada llamamientos a la concordia.

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