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Tensión en Asia

EEUU, Japón y Corea del Sur inician maniobras militares ante las tensiones con Pionyang, que avisa de "inevitables y desfavorables consecuencias"

Soldados surcoreanos en una maniobras anteriores, en marzo de 2024.

Soldados surcoreanos en una maniobras anteriores, en marzo de 2024. / JUNG YEO-JE / POOL / AP

Adrián Foncillas

Adrián Foncillas

Pekín

Será una semana tormentosa en la península coreana. Estados Unidos, Japón y Corea del Sur han emprendido este lunes unas de esas masivas maniobras militares que descomponen a Piongyang porque las interpreta como ensayos de invasión. Es seguro el fuego dialéctico y más que probable algún misil que escenifique el deterioro creciente de las relaciones vecinales y el empoderamiento de Kim Jong-un con la acentuada sintonía con Moscú y Pekín.

Los ejercicios, pomposamente bautizados como Freedom Edge (algo parecido al Filo de la Libertad), buscan fortalecer "las capacidades operativas combinadas en mar, tierra, aire y ciberespacio" para contrarrestar las amenazas nucleares y misilísticas de Pionyang, ha descrito Seúl. Se alargarán hasta el viernes en las aguas cercanas a Jeju, la isla meridional más turística de Corea del Sur, y contemplarán maniobras de defensa aérea, operaciones marítimas y evacuaciones médicas. Serán, según el Comando del Indo-Pacífico de Estados Unidos, la "más avanzada demostración de defensa trilateral hasta la fecha". Coinciden con los últimos ejercicios entre Estados Unidos y Corea del Sur para integrar las capacidades nucleares de la primera en las convencionales de la segunda.

Esa actividad febril de las fuerzas aliadas ha generado las previsibles respuestas iracundas al sur del paralelo 38. Kim Yo-jong, hermana del dictador e incansable martillo de los enemigos, ha advertido de "inevitables y desfavorables consecuencias" para los tres por su "imprudente" muestra de fuerza "en el lugar equivocado". Pak Jong-chon, jefe del Ejército, ha calificado las maniobras de "ensayos de guerra nuclear" y anunciado "serias contramedidas2 Ni Kim ni Park han aclarado en qué consistirá su respuesta.

Programa nuclear

Las maniobras militares son habituales en la península coreana pero estas serán las primeras desde que Lee Jae-myung alcanzó el poder en Seúl y Donald Trump regresó a la Casa Blanca. El contexto ayuda a la distensión: los socialdemócratas surcoreanos son más comprensivos con su vecino del norte que los conservadores y Trump ya ha mostrado su voluntad de reiniciar las negociaciones de su primer mandato con Kim. Pero Pionyang ha desatendido todas las llamadas y ha reforzado su compromiso nuclear.

Su delegación permanente en la ONU ha desdeñado hoy como "anacrónicos" y "provocadores" los intentos estadounidenses de que renuncie a él. "La posición de la República Democrática Popular de Corea (el nombre oficial de Corea del Norte) como Estado con armas nucleares, que ha sido proclamada permanentemente en la ley básica y suprema del país, se ha convertido en irreversible", ha aclarado en Viena. Su programa nuclear, ha añadido, es la "inevitable opción" para defenderse de la amenaza estadounidense y ejerce un "importante rol para garantizar la paz y la estabilidad global". Corea del Norte rompió 30 años atrás con el Organismo Internacional de la Energía Atómica y le niega "la autoridad y la moral para interferir en sus asuntos internos".

Corea del Norte disfruta de una posición global reforzada tras el inicio de la guerra de Ucrania. Con Rusia ha firmado un acuerdo de defensa militar y hasta el frente ha enviado a miles de tropas, artillería y misiles. Kim visitó Pekín este mes por primera vez en seis años para atender al desfile militar que conmemoró la victoria contra el fascismo. En la capital compartió el palco con Vladímir Putin y Xi Jinping en una foto que certificó su alianza.

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