Conflicto en Oriente Próximo
Putin recibe por primera vez al presidente interino de Siria en Moscú tras el final de la guerra
Los dos líderes aseguran estar dispuestos a no romper relaciones entre los dos países, a pesar de que Rusia mantiene y protege al anterior mandatario, el huido Bashar el Asad

El presidente ruso, Vladímir Putin, saluda al presidente interino de Siria, Ahmad al Sharaa, durante su encuentro este miércoles en el Kremlin. / ALEXANDER ZEMLIANICHENKO / POOL / EFE

En ambos lados de la sala, parados y a la espera, los pesos pesados del Gobierno ruso y sirio esperan la entrada de los dos presidentes. Ambos, al llegar al centro, se dan la mano, y mientras Vladímir Putin, saluda a los miembros del Ejecutivo sirio, Ahmed al Sharaa hace lo mismo con los rusos.
Hace un año, Al Sharaa vivía escondido en el norte de Siria, y su rutina consistía en viajar, sin aparecer públicamente, de lugar secreto a lugar secreto, evitando los bombardeos rusos constantes ordenados por los hombres a los que este miércoles ha dado la mano.
Hace un año, Putin aprovechaba cada ocasión para llamar "terrorista" a todo miembro de la oposición siria, y prometía apoyo incondicional e indefinido al entonces presidente sirio, Bashar el Asad. Este miércoles en Moscú, en una reunión anunciada por sorpresa, los dos presidentes han mostrado que nada es eterno, y que todo ha cambiado entre Siria y Rusia.
"Respetado señor presidente y respetados amigos, es un gran honor recibirles en Moscú", ha empezado Putin al inicio de su reunión con Al Sharaa. "Nuestras relaciones con Siria nunca han sido por cuestiones políticas ni intereses especiales. A través de todas las décadas pasadas, siempre nos hemos guiado únicamente por una cosa: los intereses de la gente siria", ha continuado el presidente ruso, cuya aviación, durante una década bombardeó incesantemente a la población civil del país árabe, y cuyos medios ayudaron a encubrir las matanzas —químicas y militares— cometidas por el régimen de Asad.
"Ahora somos una nueva Siria, y queremos reconstruir nuestros lazos con todas las naciones. Especialmente con la Federación Rusa. Respetamos todos los acuerdos hechos en el pasado y lo que buscamos es redefinir e introducir una nueva forma de hacer las cosas en la naturaleza de nuestras relaciones", ha dicho Al Sharaa ante Putin. Con estas palabras, el sirio ha dado a entender que Damasco acepta la presencia militar rusa en su territorio. En la actualidad Moscú posee dos bases en Siria: la base naval del Tartús y un aeropuerto militar en Latakia.
El destino del expresidente
Precisamente desde ese aeropuerto se fugó, el pasado 8 de diciembre, Bashar el Asad, que en la actualidad vive encerrado y protegido en un rascacielos de Moscú, según una investigación del periódico alemán Die Zeit, que asegura que Asad, que apenas sale de su domicilio, se ha convertido en un adicto a los videojuegos.
La prensa siria ha asegurado antes del viaje de Al Sharaa a Moscú que uno de los puntos a tratar entre los dos presidentes era el de una posible extradición de Asad hacia Damasco para que sea puesto ante la justicia. Ninguno de los dos presidentes han hablado en público sobre el futuro del expresidente sirio. "La victoria de las fuerzas presidenciales actuales es tu gran éxito. Esperamos que esto conlleve a la consolidación social en Siria", ha dicho Putin.
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