Sin duda quien más o quien menos conoce en que consiste esta actividad, pero la gran mayoría del público en general desconoce para qué y cómo se realiza, y también que se desarrolla de forma permanente y continuada en la comunidad de Calatayud.

El anillamiento de aves se realiza en España desde 1948, aunque es sobre todo en los últimos años cuando esta actividad está desarrollándose de un modo más intenso y provechoso.

En Aragón el número de anilladores no supera la cuarentena, siendo el Grupo Zaragoza, con diferencia, el colectivo que más anilladores tiene con 31 miembros. En toda la zona del Jalón solo hay dos anilladores trabajando de forma continuada, concretamente en Ateca y Codos, y un tercero ocasionalmente en Calatayud.

El anillamiento consiste en la captura y marcado de aves silvestres, con una anilla apropiada para el tamaño de su pata y que lleva escrito un número de serie único para toda España y el remite del organismo que anilla, concretamente Ministerio de Agricultura. ICONA.

Capturas sin daño

Las aves son capturadas con métodos que no le causan ningún daño, concretamente redes japonesas, redes cañón o cepos malla. La integridad del ave prima sobre cualquier otra circunstancia.

El ave así capturada y anillada será puesta en libertad poco después de su marcado, anotándose en un cuaderno de campo todo lo relacionado con el número de anilla utilizado como especie, día y lugar de la captura, sexo y edad de conocerse y una serie de medidas que pueden ser de interés. Estos datos se enviarán al Centro de Especies Migratorias (CEM) dependiente del Ministerio de Medio Ambiente y de allí a Euring, organismo que centraliza las capturas y recuperaciones de todos los países europeos.

Gracias a todo esto se llega a tener conocimiento de cómo, cuando y por dónde emigran las aves, lugares de cría, zonas de invernada, densidad poblacional, etc. En el hipotético caso de tener que proteger alguna especie, se tendría la información necesaria para poder hacerlo.

Si bien en la comunidad de Calatayud las capturas no son tan importantes en cantidad como en el valle del Ebro, no por eso tienen menos valor, y en contrapunto está la cantidad de especies capturadas, pudiendo a lo largo de un año marcarse 60 especies diferentes de aves, algunas tan comunes como carboneros, pinzones, verdecillos, currucas, mosquiteros, golondrinas-. y otras menos como reyezuelos, oropéndolas, bisbitas, mirlo acuático, abejarucos, carriceros, cuco o chotacabras.

Como curiosidad reseñar la recaptura de aves anillas en la Comunidad de Calatayud en Toledo, Málaga o Marruecos por ejemplo, así como la captura aquí de aves marcadas en Bélgica, Francia y destacar una golondrina capturada este otoño cerca de Terrer cuya anilla llevaba el remite Ciudad del Cabo (Sudáfrica).

Todos los anilladores de Zaragoza y Teruel formamos ya parte del Grupo Zaragoza de Anillamiento, a espera de la incorporación de los amigos de la provincia de Huesca para formar el Grupo Aragonés de Anillamiento.

Y por último destacar también que gracias al trabajo más o menos intenso de sus miembros (pero siempre desinteresado), el Grupo Zaragoza de Anillamiento capturó durante el pasado año 2002 un total de 33.270 aves, siendo el tercer grupo en volumen, solo detrás del Grupo Catalán de Anillamiento y Estación Ornitológica de Doñana, con la diferencia que estos dos tienen personal remunerado y con dedicación exclusiva al anillamiento de aves.

ADOLFO PEREZ JUDEZ