Su muerte abre otra incognita

El fallecimiento de Braulio Bermúdez lejos de haber mermado la capacidad de su fundación ha abierto una nueva incógnita: su testamento. Este anciano, que al parecer poseía una fortuna, era viudo y a su sepelio en Villalengua no acudió ningún familiar. En sus últimas cartas expresó su voluntad de donar a la fundación una "cantidad bastante grande" tras su fallecimiento. Hace sólo unos días, el albacea testamentario comunicó al ayuntamiento que en las próximas semanas le citarían para leer su herencia.

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